Los residentes de Malibú (California, Estados Unidos) huían de sus casas con valiosas obras de arte, cajas repletas de fotos familiares y hasta una tortuga gigante como mascota, que quisieron salvar del infierno de las llamas en este balneario del Océano Pacífico.
En el estacionamiento de Duke’s Dinner Bar, unos 30 residentes acampaban ayer preocupados por la suerte de sus casas luego de abandonar de mala gana mansiones encumbradas en cañones desérticos, amenazadas por un fuego furioso que se calma hasta que el viento vuelve a traicionar a los miles de bomberos que intentan contener las llamas en este millonario enclave del oeste de Los Angeles, California.
Vecinos ansiosos observaban con binoculares las llamas desafiantes que amenazaban al grupo de propiedades visibles desde el estacionamiento.
La productora de televisión Patricia Clifford decidió acampar en su BMW sport aterrada por la fuerza del fuego en la noche.
«No pego un ojo desde el sábado. He dejado mi casa porque estaba muy asustada», le dijo. «Mi marido se quedó porque sabe lo que tiene que hacer cuando llegue el fuego», agregó, mostrando casi desde el mar su casa de techos rojos, con una cortina de humo en las colinas de atrás y al menos tres aviones encima dispersando retardante sobre las colinas.
«Me he llevado alguna ropa conmigo, las fotos de familia. Tengo dos hijos grandes en Nueva York que me pidieron que tome los recuerdos de sus habitaciones», indicó Clifford, antes de sacar de una de las bolsas un peluche ya gastado de uno de sus hijos.
Para Clifford el drama de los incendios es familiar después del devastador siniestro de 1993 en Malibú, que causó tres muertos, destruyó 400 casas y dejó pérdidas por 375 millones de dólares.
«Esta es mi segunda vez. Pero le he dicho a mi marido que es la última. En 1993 fue mucho peor, creí que entonces me iba a mudar».
Enid Zaslow, una psicóloga, dijo que ella y su marido decidieron quedarse luego de 1993 a pesar de los riesgos, ya que profundos cañones y caminos sinuosos hacen que las llamas se propaguen rápidamente, o que con alguna rara pero poderosa lluvia se produzcan deslaves.
«Aquí en Malibú siempre tenemos algún problema», contó Salow.
«Dejé mi casa hace 10 minutos. Estoy preocupada esta vez. Decidí quedarme (luego de 1993) porque es tan lindo, es un pedazo de paraíso», indicó la sicóloga con resignación.
«Me llevé mis fotografías, alguna ropa, papeles de mis negocios y de mi marido y tres cuadros muy especiales para la familia», detalló.
Una mujer mayor que solicitó no ser nombrada tenía su Mercedes lleno de antiguas obras de arte europeas y porcelana china. En el incendio de 1993 perdió toda su colección de arte cuando su casa se redujo a cenizas.
«Perdí mi casa y toda mi colección de arte europeo en 1993», explicó. Sin embargo, el lunes estaba convencida de que su mansión estaría a salvo.
«Estoy segura de que mi casa no se quemará esta vez. La última vez que la dejé estaba muy nerviosa y vi cómo se quemaba en la televisión», agregó.
«Esta vez me llevé conmigo algo de arte europeo y algunas piezas de porcelana china. No les puedo decir cuánto valen, pero es mucho. Las compré en Europa por segunda vez en los últimos años».
Mientras tanto otra mujer, que también pidió que no se revele su nombre, estaba calmando los nervios de su mascota: una tortuga gigante. «Me traje a la tortuga, el gato y el perro. Son las cosas más preciadas que tengo», dijo mientras acompañaba los pasos del reptil por el estacionamiento.
El exclusivo centro de rehabilitación Promises -famoso por haber tratado a estrellas como Britney Spears y Lindsay Lohan– también fue evacuado, según la página TMZ.com que precisó que celebridades como Sean Penn, Olivia Newton-John, el director de la película «Titanic» James Cameron, y la supermodelo Cindy Crawford están entre los damnificados por el incendio.
«Amamos este lugar, no hay nada que hacer», explicó Dearlen Reid, una señora de 74 años que cuenta con una «lista de incendio» donde sus prioridades para salvar del fuego son: «Los álbumes de mis hijos, videos familiares, el traje de novia de mi madre -traído de Francia- y el mío».
Estado de Emergencia
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró hoy estado de emergencia en áreas que siguen afectadas por incendios forestales.
«Es un momento trágico para California», dijo Schwarzenegger al realizar una gira por el condado de San Diego, a más de 100 kms. al sur de Los íngeles.
«Declaré el estado de emergencia bajo el cual todos los recursos están disponibles» para siete condados amenazados por los intensos incendios en el sur de California, señaló el gobernador.
El incendio de rápido movimiento provocado por los fuertes vientos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, cerca de San Diego, dejó un muerto y ocho heridos, incluyendo a cuatro bomberos, señalaron las autoridades.
El incendio en San Diego también dejó quemadas cientos de hectáreas de tierra y bosque y obligó a la evacuación de 250.000 personas, según funcionarios del condado.
Las autoridades agregaron que en Malibú, afuera de Los íngeles, un incendio ha afectado casi 900 hectáreas de tierra y destruído al menos cinco casas y una iglesia, aunque no se han reportado heridos.
A pesar de la intensa labor de cientos de bomberos, sólo 10 por ciento del incendio había sido contenido hasta esta mañana, según las autoridades.
El incendio, que comenzó la mañana de ayer, podría haber sido provocado por líneas eléctricas derribadas, dijo el inspector de incendios del condado, Sam Padilla.
Desde entonces las flamas han sido fustigadas en momentos por los vientos de Santa Ana de hasta 60 kms. por hora. Alrededor de 1.400 bomberos estaban batallando contra las llamas esta mañana, ayudados por helicópteros que dejaron caer agua.
El humo de los incendios que padece el sur de California, Estados Unidos, provocó hoy la suspensión de clases en las ciudades mexicanas de Tijuana, Tecate y Rosarito, en el estado de Baja California, dijo una fuente oficial.
Las autoridades de Protección Civil de Baja California recomendaron a los habitantes de esa región mexicana, fronteriza con Estados Unidos, evitar salir de sus casas, salvo en caso de urgencia, debido a los efectos nocivos de la humareda.
Desde el pasado fin de semana, el humo de varios incendios de pastizales y bosques californianos han teñido de gris el cielo de ese territorio mexicano, sin que hasta el momento las autoridades estadounidenses hayan podido sofocar los siniestros.
El Servicio de Protección Civil en Tijuana, ciudad vecina de San Diego, California, informó que se mantiene la alerta en esa zona debido a la proximidad del fuego con el punto limítrofe Tecate (México)-Tecatito (EEUU).
Aclaró, sin embargo, que debido a la dirección de los vientos, se presume que el incendio no cruzará a territorio mexicano.
Los fuertes vientos que azotan al sur de California dejaron hoy sin control los incendios que afectan el área de Malibú, donde varias celebridades de Hollywood tienen sus residencias.
Las mismas fuentes de Protección Civil alertaron que las llamas amenazan con extenderse por una región que, debido a la sequía, es combustible propicio para los incendios.