En momentos en que fuerzas malienses y francesas controlan la legendaria ciudad de Timbuctú en el desierto tras la retirada de extremistas islámicos, combatientes tuareg afirman hoy que han tomado el control de la ciudad estratégica de Kidal y otros poblados del norte.
El Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad —el nombre que el grupo tuareg da al norte de Malí— parece haberse aprovechado de una campaña de bombardeo liderada por los franceses para desalojar a combatientes islamistas vinculados a al-Qaeda de los poblados del norte del país.
El servicio telefónico no funcionaba en Kidal, lo que dificultaba la confirmación independiente de las afirmaciones del grupo.
El movimiento tuareg expresó en su página de internet que está listo para trabajar con las fuerzas militares francesas y combatir a las organizaciones terroristas.
Sin embargo, expresó que se negaría a permitir la presencia de soldados malienses en Kidal y otros poblados bajo su control en el noreste de Malí, después de acusaciones de que habían dado muerte a civiles sospechosos de tener vínculos con los islamistas.
El grupo expresó que «decidió retomar esas localidades con toda urgencia para asegurar las pertenencias, y particularmente la seguridad de las personas, debido al grave riesgo que enfrentan ante el regreso del ejército maliense junto a las fuerzas militares francesas».
Aunque el grupo, conocido como NMLA, fue un participante importante en los primeros días del conflicto maliense en abril pasado, ha sido expulsado del poder en el norte por los extremistas vinculados a al-Qaeda, conocidos como Ansar Dine.
Kidal es la última de las tres capitales provinciales del norte del país que estaba bajo el control de los islamistas desde abril pasado. Fuerzas francesas y malienses retomaron Gao durante el fin de semana y el lunes anunciaron que los malienses habían entrado a la histórica ciudad de Timbuctú.
«Los militares malienses controlan Timbuctú», declaró Modibo Traore a The Associated Press el martes por la mañana.
La operación militar francesa comenzó hace más de dos semanas y hasta el momento ha encontrado poca resistencia, aunque algunos expertos advierten que le será más difícil mantener el control de los poblados que haberlos capturado de manos de los islamistas.
Fotos dadas a conocer por los militares franceses mostraban a multitudes de vecinos jubilosos recibiendo la llegada de los militares a la ciudad, donde los islamistas daban de latigazos a las mujeres por salir a la calle sin sus velos y le amputaron la mano a un sospechoso de robo.