Miles de viajeros varados en noreste de Estados Unidos


Un avión de Caribbean Airlines permanecí­a hoy varado en el Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, debido a las intensas nevadas. FOTO LA HORA: AP Chris Hondros

Miles de viajeros que trataban de llegar a sus casas después del feriado de fin de semana esperaban sentados y con cara de sueño en los aeropuertos y tiritaban a bordo de autobuses atascados y en trenes subterráneos, varados a causa de una gigantesca tormenta invernal que azotó el noreste estadounidense con más de 60 centí­metros (2 pies) de nieve.


La tormenta se desplazó por la costa desde las Carolinas hasta Maine con vientos de hasta 130 kilómetros por hora (80mph) que arremolinaba la nieve formando bancos profundos en las calles, en los rieles ferroviarios y en las pistas de aterrizaje.

La precipitación de nieve tuvo acumulaciones de 30 centí­metros (un pie) en Tidewater, Virginia, y en Filadelfia, 74 centí­metros (29 pulgadas) en partes del norte de Nueva Jersey, 60 centí­metros (2 pies) en el norte de la ciudad de Nueva York, y más de 46 centí­metros (18 pulgadas) en Boston.

La tormenta provocó el cierre de los tres aeropuertos del área metropolitana de Nueva York el domingo y obstaculizó gran parte del transporte en general. Los autobuses se quedaron atascados en bancos de nieve, los trenes quedaron detenidos en los rieles, los taxistas abandonaban sus vehí­culos en medio de las calles obstruidas de nieve de Nueva York. Inclusive, el sistema de trenes subterráneos de Nueva York, por lo general muy confiable durante las tormentas de nieve, dejaron de funcionar en algunos tramos, atrapando a los usuarios por hora.

El lunes al anochecer, los aviones comenzaron a aterrizar en los aeropuertos Kennedy y LaGuardia. Se esperaba que los vuelos iban a comenzar a llegar al aeropuerto de Newark, Nueva Jersey, tarde por la noche.

El primer vuelo en aterrizar el lunes por la noche poco antes de las 7 de la noche (0000 GMT) en el aeropuerto John F. Kennedy International, fue una aeronave de la aerolí­nea Royal Jordanian, desde que comenzó la tormenta, dijo Steve Coleman, de la Autoridad del Puerto de Nueva York y Nueva Jersey, que administra ambos aeropuerto.

Antes de un vuelo de Air Canada procedente de Toronto que aterrizó en el aeropuerto LaGuardia unos 40 minutos después, el capitán hizo el anuncio por los altoparlantes e informó a los pasajeros que era el primer aterrizaje en el aeropuerto desde que habí­a comenzado la tormenta.

«Al final todos aplaudí­an», comento Patrick Wacker, de 37 años, quien habí­a estado varado en Toronto por un dí­a tratando de regresar a Nueva York después de visitar a sus padres en Francfort, Alemania.

Las autoridades exhortaron a evitar las carreteras de la región, en las que los vientos empujaban la nieve formando montones en las carreteras, ví­as del tren y aceras. En algunas áreas, habí­a caí­do más de medio metro (2 pies) de nieve.

Muchos menores salieron a las calles y parques a jugar con la nieve, algunos de ellos usaban trineos que recibieron como regalos de Navidad.

Se trata de la 6ta peor tormenta que haya sufrido la ciudad de Nueva York desde 1869, fecha en que se comenzó a tener registros, afirmó Adrienne Leptich, un meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorologí­a.

Entre el 11 y 12 de febrero del 2006, hubo una acumulación de nieve de 68,3 centí­metros (26,9 pulgadas) en el Parque Central, quebrando un récord previo de 1947, por 1,25 centí­metros (media pulgada).

Eric Schorr, un estudiante universitario de 22 años, intentaba ir de la ciudad de Nueva York a Tel Aviv el domingo, pero terminó varado nueve horas en el interior de un avión estacionado en una pista del aeropuerto John F. Kennedy.

El joven dijo que los pasajeros y él estaban «tan cómodos como es posible en un avión», diciendo que la tripulación se portó «fenomenal» y les dio bebidas y comida para mantener el ánimo.

Los pasajeros abordaron el avión de la aerolí­nea israelí­ El-Al a eso de las 5.30 p.m., y volvieron de nuevo a la terminal a eso de las 3 a.m. del lunes, donde la gente acampó en el piso o durmió en las sillas. El vuelo de Schorr fue aplazado para las 7.00 p.m. del lunes.

Cientos de pasajeros en la ciudad de Nueva York, con frí­o y hambre, se quedaron varados en los aeropuertos JFK, LaGuardia y Newark Liberty.

Funcionarios dijeron que se les estaba proporcionando cobijas y catres, pero algunos no tení­an acceso a su equipaje, por lo que no podí­an cambiarse de ropa.

«Cuando la gente empiece a ponerse hambrienta verás los ánimos caldeados», dijo Jason Cochran, de Manhattan, quien estaba en el aeropuerto JFK desde que llegó para tomar su vuelo de las 6 p.m. del domingo a Londres.

Cochran publicó en Twitter que un restaurante McDonald»s en la terminal se habí­a quedado sin comida el lunes por la mañana.

En el aeropuerto Newark, máquinas quitanieves sacaban una aeronave de British Airways cubierta de nieve, mientras los pasajeros veí­an desde la terminal.

En un área de salida del equipaje, dos palomas caminaban entre pasajeros dormidos en el piso, en busca de algunas migajas.

En los subterráneos, algunos pasajeros del metro se quedaron varados durante horas en trenes que tuvieron fallas en Queens.

Christopher Mullen, atrapado a bordo de un vagón desde la 1 a.m., dijo que las condiciones eran extremadamente frustrantes.

«Sin comida, sin agua. Con Frí­o. Eso es lo que más está molestando a la gente», le dijo Christopher Mullen al canal local de noticias NY1.

Cientos de personas dormitaban en vagones del servicio de trenes de Long Island congelados en la plataforma.

Los autobuses tampoco podí­an operar y los taxis eran casi un mito. Entretanto, quienes intentaban caminar por las calles eran azotados por un viento gélido con pedazos de nieve que golpeaban como jeringas en el rostro.

Un alerta de tormenta de nieve, el cual se emite cuando la nieve viene acompañada de vientos sostenidos o ráfagas de más de 56 kilómetros por hora (35 millas por hora) entró en efecto en la mañana del lunes desde Delaware hasta la punta más al norte de Maine.

Se declaró el estado de emergencia en los estados de