Miles claman contra Siria


Funeral. Una mujer carga un afiche de Rafiq Hariri, primer ministro libanés, durante el funeral del Ministro de Industria, hoy en Beirut.

Decenas de miles de manifestantes se hallaban reunidos hoy en la mañana en el centro de Beirut antes del funeral del ministro de Industria asesinado Pierre Gemayel y clamaban su furor contra el presidente libanés Emile Lahud, cercano a Damasco, así­ como contra Siria.


Los manifestantes, enarbolando banderas libanesas, arrojaron al suelo retratos de los presidentes de Lí­bano, Emile Lahud, de Siria, Bachar al Assad, y de Irán, Mahmud Ahmadinejad, pisoteándolos.

«Â¡Saquen de Baabda (el palacio presidencial libanés) al agente de Bachar!», gritaba la muchedumbre encolerizada, refiriéndose a Lahud.

«Â¡Sólo queremos las armas de nuestro ejército!», coreaban los manifestantes en alusión al Hezbolá chií­ta, sostenido por Siria e Irán, que se niega a deponer las armas y que provocó, al secuestrar a dos soldados israelí­es, la última ofensiva del ejército israelí­ a mediados de este año.

«Tribunal internacional inmediatamente», «Pedimos la aplicación de la resolución 1701» del Consejo de Seguridad de la ONU, que el 14 de agosto puso fin a más de un mes de combates entre el Hezbolá e Israel y que reclama en particular el desarme del partido chií­ta, proclamaban las banderolas.

Los manifestantes también abuchearon al jefe de la oposición cristiana, el general Michel Aoun, reprochándole su alianza con el Hezbolá.

«Â¿Quien decidió desolidarizarse (de las fuerzas antisirias)?», podí­a leerse en los retratos del jefe cristiano, expulsado del poder por Damasco y sus aliados libaneses en 1990, y obligado entonces al exilio.

En la entrada de la capital se formaron enormes embotellamientos de tránsito, pues allí­ se habí­an desplegado masivamente el ejército libanés y las fuerzas de seguridad interior, mientras los manifestantes afluí­an de todas las regiones del paí­s.

Pierre Gemayel, asesinado el martes cerca de Beirut, miembro de una poderosa familia cristiana maronita, es la quinta personalidad antisiria muerta desde el atentado que costó la vida, el 14 de febrero de 2005, al ex primer ministro Rafic Hariri.

El sector antisirio, actualmente en el poder, llamó a «los libaneses de todas las regiones» a reunirse en Beirut para «obsequias populares» y acusó al régimen de Damasco de ser responsable de este asesinato.

Siria rechazó toda implicación, afirmando que este atentado va contra sus intereses, en momentos en que parecí­a en ví­as de un retorno al ámbito de la diplomacia internacional.

El asesinato del ministro de la Industria, muerto a los 34 años, se produjo uns horas antes de la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU del proyecto de tribunal internacional para juzgar a los asesinos de Rafic Hariri, reclamado por el gobierno libanés y que divide a los sectores pro y antisirio.