Miguel García, centrocampista español del Salamanca, dejó el hospital ayer dando las gracias por el apoyo recibido cuatro días después de haber sufrido un ataque al corazón en un partido de su equipo, en el marco de la segunda división del campeonato de fútbol de su país.
«Gracias a todos. Estoy ya perfectamente», dijo sonriente el futbolista, de 31 años, en declaraciones a la prensa, tras haber recibido el alta del hospital de Salamanca en el que estuvo ingresado.
Las imágenes de televisión del partido del Salamanca contra el Betis, del pasado domingo, mostraron cómo en el minuto 56 a García le costaba mantenerse en pie después de haberse atado las botas y antes de caer sobre el césped del estadio Helmántico de la ciudad de su club (centro-oeste).
El médico del equipo, José Ignacio Garrido, manifestó que el futbolista llegó a estar muerto durante 25 segundos antes de que recibiera asistencia de urgencia y llevado al hospital.
El jugador fue evacuado del terreno en una camilla tras haber recuperado el conocimiento gracias a la intervención rápida de los médicos. Ante lo ocurrido, algunos de sus compañeros rompieron a llorar.
El jugador podrá recuperarse de ese fallo cardiaco completamente, pero los médicos apuntaron que su carrera ha terminado. El incidente recordó la muerte del centrocampista del Sevilla, Antonio Puerta, en agosto de 2007, tres días después de que sufriera un ataque al corazón en partido de la Liga española.
El Salamanca-Betis acabó con victoria visitante por 3-0.