Diversas organizaciones de emigrantes guatemaltecos y guatemaltecas en Estados Unidos, manifestaron su decepción por los programas migratorios de los candidatos y candidatas a la Presidencia de la República.
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De acuerdo con representantes de emigrantes los planes que se han presentado no contemplan las soluciones a los principales problemas que enfrenta la población guatemalteca en EE.UU.
«Vemos políticas de continuidad», aseguró Marlon Alberto González, presidente de Conguate. «Quieren impulsar programas de Gobierno, cuando lo necesario es aprobar proyectos de Estado», agregó.
Según denunciaron, hasta el momento no se ha visibilizado el aporte económico de la comunidad guatemalteca en EE.UU., a pesar que representa una base esencial del desarrollo económico del país a través de las remesas que reciben miles de familias.
«Son 4 mil millones de dólares los que ingresan anualmente a Guatemala en concepto de remesas», resaltó la licenciada de origen guatemalteco Raquel Aldana, catedrática sobre Derecho Migratorio en la Universidad de Nevada, EE.UU.
Aldana indicó que es necesaria la aprobación de normativas que permiten una utilización colectiva de las remesas, para impulsar el desarrollo de las comunidades más pobres del país y que reportan altos niveles de población emigrante.
Los personeros de las agrupaciones de emigrantes mantuvieron reuniones con representantes de varios partidos políticos que han confirmado su participación en la próxima contienda electoral.
Encuentro por Guatemala, Partido de Avanzada Nacional, Unidad Nacional de la Esperanza, Partido Patriota y Visión con Valores, fueron las agrupaciones que compartieron sus propósitos referentes a los emigrantes.
«Su intención es conformar una secretaría o instituto para las migraciones, cuando lo importante es aprobar normativas que involucren a todos lo sectores para garantizar el bienestar de este sector de la población», señaló Marlon Alberto González, de Conguate.
Las organizaciones de emigrantes también se refirieron al rechazo del Senado estadounidense sobre el proyecto de Reforma Migratoria, que intentaba normalizar la situación legal de 12 millones de personas.
«La población latinoamericana sufre la misma situación que enfrentaron los afroamericanos durante la década de 1960», dijo Raquel Aldana, de la Universidad de Nevada.
Por su parte, Julio Villaseñor, de S.O.S. Inmigración Internacional subrayó: «El Senado de EE.UU. dio una señal positiva a la represión migratoria.»
Ante la posibilidad del incremento de las deportaciones de connacionales, las organizaciones de emigrantes urgieron planificar proyectos para el acoplamiento de estas personas a la economía del país.