Alejandra Gordillo, del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua), dice que del 70 al 75 por ciento de las deportaciones realizadas de EE.UU a Guatemala son producto de las interceptaciones en la frontera del país vecino
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Lo que quiere decir que la mayoría de los deportados no son personas que lleven mucho tiempo viviendo en Norteamérica sino personas que insisten en cruzar la frontera aun cuando para ellos ya no aplicaría el TPS.
Un porcentaje menor corresponde a los guatemaltecos detectados en el territorio norteamericano de manera ilegal y un porcentaje aun menor se trata de personas deportadas por actos criminales cometidos. El alza de deportaciones obedece al incremento en el flujo migratorio. “Entre más gente emigra más gente va a ser deportada, porque poco a poco se va endureciendo las medidas en la franja fronteriza de los Estados Unidos”, dice.
CÓMO EVITAR LA MIGRACIÓN
De acuerdo a Gordillo, este aumento en el número de personas que migran a EE.UU. responde a la falta de buenas condiciones de vida, por lo que sugiere que para evitar las deportaciones Guatemala necesita mejorar el desarrollo local mediante fuertes inversiones a la pequeña y mediana empresa, el acceso a los servicios básicos – salud, educación, transporte- y a disminuir los índices de violencia, uno de los principales fenómenos que incentivan la movilización.
A decir de la Defensora de la Población Desarraigada y Migrante de la PDH, Flora Reinosa, aunque “todo ser humano tiene derecho a migrar”, la respuesta para reducir estos porcentajes sería la creación de trabajos dignos, pues los pocos que existen pagan cantidades que no alcanzan a dar cobertura a la Canasta Básica.
Ante esto sugiere que Guatemala puede incidir mayormente ante EE.UU. mediante un trabajo político constante.