El Grupo Articulador de la Sociedad Civil en Materia Migratoria Para Guatemala expresó su satisfacción por la propuesta de reforma migratoria en Estados Unidos, que será presentada esta semana y que busca beneficiar a once millones de personas indocumentadas, residentes en EE.UU.
palbani@lahora.com.gt
Aunque ven esto como un avance, están conscientes de que tomará años para que los residentes ilegales obtengan la legitimidad de su estadía pues, después de la aprobación de la ley, tardarían 10 años para hacer permitida su permanencia y tres años más para poder solicitar la ciudadanía.
Igualmente, estos pasos no serían posibles si los migrantes no llenan ciertos requisitos como conocer el idioma inglés y saber hablarlo, además de gozar de buen comportamiento, de moralidad comprobable.
Asimismo, el colectivo de 47 organizaciones comunicó que espera que los sucesos ocurridos en Boston no atrasen más la revisión y aprobación de la ley. De haber la voluntad política suficiente la propuesta sería aprobada a más tardar en agosto de este año. Al momento de la aprobación, Guatemala deberá de generar procesos de regularización a los inmigrantes que a su vez guarden coherencia con las solicitudes de Estados Unidos.
Deficiencia en registro
Esto se enlaza con el hecho de que Guatemala no está prestando suficiente atención al registro de los connacionales en Estados Unidos. “Hemos observado la deficiencia, por un lado quienes no aparecen registrados en el Renap, por otro, los que sí están registrados, pero que tiene problemas en sus registros y, por último, la no expedición de pasaportes”, dijo el padre Juan Luis Carbajal, Secretario Ejecutivo de Casa del Migrante.
Aprueban no intervención
El colectivo también manifestó su aprobación ante el levantamiento de la intervención de la Dirección General de Migración (DGM). A decir de Carbajal, esta acción sin un nuevo orden institucional migratorio generaría caos.
Vivencias de migrantes
Según Carbajal la situación que los guatemaltecos deportados viven es angustiante ya que continúan trabajando con miedo a ser detenidos en cualquier momento. En algunos estados hay una relación cercana entre agentes de tránsito y de migración por lo que al ser detenidos son remitidos a estos oficiales que de inmediato los deportan.
A decir del religioso Guatemala aún vive este permiso temporal como un sueño que quiere alcanzar mientras que en El Salvador y Honduras se vive con una realidad.