El movimiento migratorio entre Honduras, Guatemala y El Salvador, y Estados Unidos ha favorecido el nacimiento de pandillas violentas, que ahora buscan nuevos horizontes como España, afirmó ayer en Madrid un sacerdote español experto en procesos de reinserción.
«Â¿Por qué no hay pandillas en Costa Rica y Panamá? Porque no tienen migración en Estados Unidos» y por lo tanto no recibieron «deportados» juveniles en los últimos años, afirmó el religioso español José Moratalla, que desde 1985 dirige en El Salvador el Polígono Industrial Don Bosco, institución salesiana que ayuda a niños y jóvenes «en alto riesgo».
Según datos de los servicios policiales de Centroamérica, más de 200 mil jóvenes marginados, muchos de ellos deportados de Estados Unidos, integran las pandillas entre las que destacan «Mara Salvatrucha» o «MS» y «Mara 18».
Al intervenir en una mesa redonda en el marco del seminario «Pandillas y gobernabilidad democrática» inaugurado en la Casa de América, el sacerdote español subrayó la zona de Estados Unidos a la que se dirigió esa inmigración.
La mayoría de los 2,5 millones de salvadoreños que abandonaron su país llevando consigo la experiencia del conflicto armado se instalaron en el oeste de Estados Unidos; en cambio, los nicaragí¼enses se instalaron en Miami, lo que explica, según Moratalla, que en Nicaragua no hay «maras».
Según el religioso, «el cambio se produce a partir del 92, cuando se firma la paz en El Salvador y Estados Unidos considera que hay que devolver a los jóvenes delincuentes» que engrosan las cifras de la «marginación que se está acumulando en Estados Unidos por la falta de empleo».
Un fenómeno similar ocurrió en Guatemala, a donde Estados Unidos envió 92.000 deportados, puntualizó Moratalla, para quien la «pandilla» o «mara» constituye «una nueva mafia».
«España es un país idóneo para las pandillas violentas por el elevadísimo consumo de droga», aseguró Moratalla. «La MS y la 18 ya están en Barcelona y Alicante», destacó.
Veinticinco expertos de FLACSO, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Cruz Roja, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), las universidades de Lérida y Puerto Rico, entre otras instituciones, asisten al encuentro madrileño que concluirá el martes.