La globalización de la economía, que muchos consideran como un avance de los últimos años, ha generado la globalización de algunos problemas, entre ellos el de las migraciones de personas que se desplazan en busca de mejores oportunidades de vida y porque en algunos países se cierran los espacios para que puedan lograr su pleno desarrollo. El ideal de la globalización no debiera ser la mayor libertad para el tránsito de mercancías, sino el libre tránsito de las personas, pero obviamente ello implica otro tipo de problemas que no son de fácil solución.
En ese contexto nos parece adecuado que en el seno de la Organización de Naciones Unidas, que además tiene una Organización Internacional para las Migraciones, se debata el tema. Debe empezarse por replantear el papel de la OIM que ha resultado ser un nido de corrupción al dedicarse a la ejecución de obras físicas en vez de atender el problema para el que fue creada. El ejemplo de lo ocurrido en Guatemala es ilustrativo porque lejos de atender sus fines esenciales, la OIM está preocupada por luchar cuota de asignaciones del presupuesto nacional para construcciones.
Es crucial que exista una visión global, que sólo se puede tener desde la perspectiva de los foros multinacionales, para entender y enfrentar el problema de la migración. Hace falta una perspectiva histórica, además, para ver cómo países que se fortalecieron por el concurso de inmigrantes ahora son verdugos de quienes llegan a su territorio o, peor aún, como en el caso de España, países que se distinguieron por enviar a todo el mundo a sus hijos en los días de mayor penuria, ahora endurecen sanciones en contra de los que osan buscar trabajo allá, olvidando que la generosidad de otras naciones en el trato a sus conciudadanos fue uno de los factores que permitieron subsistir en los años cerrados de la dictadura, cuando no había oportunidades para los nacionales.
Colom planteó ayer un idea que nos parece importante y que puede ser decisiva para el mismo futuro ya no sólo del tema de la migración, sino para el sistema mismo de Naciones Unidas que languidece por la falta de campos concretos de acción en los que se pueda sustraer a los intereses de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. La misión de Guatemala, a cargo del embajador Gert Rosenthal, tendrá que dar seguimiento a la idea para crear conciencia y mantener el interés tanto de países receptores de inmigrantes como de los que generan, por su injusticia estructural, el fenómeno de la emigración.