Exacavadoras y tractores trabajaban normalmente hoy para construir un nuevo barrio de viviendas en la colonia de Nokdim, en Cisjordania ocupada, a pesar de la posible suspensión de la colonización prevista por el gobierno israelí de Benjamin Netanyahu.
Netanyahu prevé acelerar la colonización en Cisjordania ocupada antes de la eventualidad de decidir la suspensión del proceso reclamada por Washington.
Esta iniciativa, destinada a tranquilizar al sector más intransigente de la derecha israelí, ha recibido las críticas tanto de la dirección palestina como de la Casa Blanca y de la UE.
«No creo en la suspensión anunciada por Netanyahu», afirmó Dov Levy-Neumand, de 76 años, que vive desde hace 25 en la colonia de Tekoa, al sur de Belén.
«No son más que palabras, los israelíes no aceptarán jamás una nueva retirada de Cisjordania después del fracaso del abandono israelí de Gaza» en 2005, agregó.
De la casa de Levy-Neumand se puede ver la de su famoso vecino, el ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, jefe del partido ultranacionalista Israel Beitenou y gran defensor de la causa de los colonos.
Las colonias de Nokdim y Tekoa están unidas a Jerusalén por una nueva ruta, evitando los poblados palestinos, lo que ha significado una demanda importante de viviendas.
«Tenemos más demandas que ofertas», confirma Tamar Castelnuovo, agente inmobiliaria que ejerce en dichas colonias.
«La amenaza de suspensión sería una catástrofe para el desarrollo de nuestro poblado. ¿Por qué razón debería pararse la construcción?» se preguntó Castelnuovo, que vive en Tekoa.
Según ella, «los estadounidenses no tienen ningún derecho para decirle a los judíos que no vivan en Judea (Cisjordania), la cuna del pueblo judío».
Castelnuovo votó por Netanyahu en las últimas elecciones de febrero, pues «no tenía otra opción, pero sin entusiasmo».
Los dirigentes de los colonos aún no han «declarado la guerra» al primer ministro de derecha pero ejercen presiones sobre los ministros y los diputados del Likud para impedir un voto gubernamental en favor de una moratoria sobre la colonización.
«Queremos apoyar a Netanyahu para que permanezca en el camino ideológico del Likud», declaró Shaul Goldstein, presidente del Consejo regional del Gush Etzion, del que dependen las colonias de Tekoa y Nodkim.
El Consejo de Yesha, principal organismo representativo de los colonos en Cisjordania, inició una campaña de presión para que continúe la construcción.
Su director, Pinhas Wallerstein, afirma que los colonos «no se dejarán abusar». «Haremos todo lo posible, democráticamente, para impedir esta suspensión que no es más que una capitulación frente a Obama», explicó.
Según cifras de Yesha, cada año más de 2 mil parejas jóvenes piden instalarse en las colonias, aunque la oferta de viviendas es casi nula.
«La suspensión significa la destrucción a más o menos largo plazo de nuestra presencia en Judea-Samaria (Cisjordania)», comentó Wallerstein.
En cuanto al anuncio hecho hoy de que se autorizaban nuevas construcciones en Cisjordania, no tranquilizó a la dirección de los colonos, que lo calificaron de «vergonzoso».
«Esos proyecto ya habían sido autorizados por el gobierno de Olmert, es un insulto», dijo Wallerstein.