Miedo a los espejos


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Se trata de una fobia especí­fica en la cual las personas temen a los espejos o a mirarse a través de ellos. También conocida como “catoptrofobia” o “eisoptrofobia”. Evitan pasar delante de los espejos y ante todo mirarse en los mismos. Los sí­ntomas pueden ser leves o de mayor intensidad que pueden ser causales de ataques de ansiedad-crisis de pánico-.

Dra. Ana Cristina Morales

 


Catoptrofobia. Es el temor a los espejos como objetos, no por la imagen reflejada. El célebre escritor argentino, Jorge Luis Borges, escribió sobre los espejos (fragmentos): “ese rostro que mira y es mirado/ a veces en la tarde los empaña/el hálito de un hombre que no ha muerto/ Nos acecha el cristal.  Si entre las cuatro/ paredes de la alcoba hay un espejo/ ya no estoy solo.  Hay otro/ Dios ha creado las noches que se arman/ de sueños y las formas del espejo/ para que el hombre sienta que es reflejo y vanidad/ por eso no alarman”.
 Interpreto, de lo que nos dice Borges, que de alguna manera ante un espejo no nos encontramos solos, así­ como nos observamos, podrí­amos llegar a pensar que alguien más nos observa, lo que conduce a un sentir paranoide ante las caracterí­sticas de este cristal.  Refiere que el ser humano ante el espejo deja de alguna manera de existir, para convertirse en un mero reflejo, un alusión de sí­ mismo, que fortalece su vanidad.  Que los espejos nos indican a través de nuestra respiración si nos encontramos vivos o muertos.  Pero al mismo tiempo para sentirse tranquilo y apaciguar su miedo.  Se dice a él mismo, que tanto los sueños y los diferentes espejos son producto de una obra divina.
Eisoptrofobia. Es el miedo especí­fico a ver reflejada la imagen en espejos y a ponerse en contacto con un mundo esotérico de fantasmas, malignidades y monstruos.  Tal cual aparece en diversas pelí­culas de terror.  El conde Drácula, en ellas, no refleja ninguna imagen de sí­ ante los espejos, por lo cual en su castillo son inexistentes.
Se considera de interés el entendimiento de esta fobia, se ha descrito que las personas pueden mostrar temor ante los espejos por varias razones.  Por un sistema de creencias, que involucra la superstición y lo sobrenatural; a la existencia de uno o varios mundos paralelos, una puerta, ventana o entrada hacia un mundo maléfico y/o fenomenal.  También existe la superstición, de que al romper un espejo, la vida de la persona será consecutiva de siete años de mala suerte. Así­ mismo, un espejo, puede evocar una vivencia traumática y por lo tanto sentir temor ante él.  También las personas pueden cursar con una estima baja y no desearse ver, porque no les agrada lo que observan, su propia imagen, que les hace acercarse a su propia realidad (el envejecimiento inaceptable por la madrastra, caracterizada como malvada, de Blanca Nieves)  o  a la distorsión de esta.
Es referido que a finales del siglo XIV, comenzaron en Venecia a fabricarse los primeros espejos rudimentarios de vidrio.  La imagen del espejo puede ir vinculada a una distorsión cognitiva de nuestra propia imagen, como ocurre en enfermedades que cursan con una baja en la autoestima, como la depresión y los trastornos alimenticios.