El gobernador de Michigan Rick Snyder pidió ayer al gobierno del presidente Barack Obama que asigne miles de visas de trabajo para Detroit, en un esfuerzo por revivir a la decaída ciudad al atraer inmigrantes talentosos que estén dispuestos a mudarse y quedarse allí por cinco años.
El gobernador republicano ha exaltado constantemente la inmigración como una poderosa herramienta para hacer crecer la economía de Detroit, al afirmar que los emprendedores inmigrantes echan a andar muchos pequeños negocios y registran patentes al doble del ritmo de los nacidos en Estados Unidos.
«Enviemos un mensaje al mundo entero: Detroit, Michigan, está abierta al mundo», dijo Snyder el jueves en una conferencia de prensa.
Señaló que busca 50.000 visas exclusivamente para Detroit a lo largo de un lustro. La propuesta incluye visas EB-2, que se ofrecen cada año a inmigrantes legales con estudios de posgrado o que muestran una excepcional habilidad en determinadas actividades.
Pero el plan del gobernador enfrenta algunos obstáculos. Las visas de trabajo no son asignadas por región ni por estado. Y la cifra a la que aspira representaría un cuarto del total de visas EB-2 que se ofrecen.
El programa no requeriría ningún rescate financiero federal, dijo el gobernador, únicamente relajar las normas de inmigración y los límites de visas para ayudar a satisfacer los puestos de trabajo en ingeniería automotriz, tecnologías de la información, el sector de la salud y las ciencias naturales.
«En realidad se trata de aceptar la oferta del gobierno federal cuando dijo que quiere ayudar más», dijo Snyder. «¿No es esta una gran manera que no implica contribuciones financieras a gran escala por parte del gobierno federal para hacer algo espectacular en Detroit?»
Añadió que el gobierno de Obama «ha sido receptivo a que le llevemos ideas importantes, y esta sería casi la primera de la lista».
Snyder, un gobernador en su primer mandato que amasó millones de dólares como ejecutivo de la industria informática y capitalista de riesgo, dijo que no está claro si la Casa Blanca podría actuar por la vía administrativa o si un cambio de este tipo requeriría de una acción legislativa.
Señaló que discute la propuesta con la delegación legislativa de Michigan y tiene previsto sostener reuniones privadas el viernes con funcionarios del gobierno mientras se encuentra en Washington para un panel de discusión acerca de los beneficios económicos de una reforma migratoria.
Snyder equiparó la idea a las exenciones «de interés nacional» otorgadas a los médicos que acceden a trabajar en áreas necesitadas a cambio de la tarjeta de residente.
Según la singular propuesta, una cuarta parte de las 40.000 visas EB-2 emitidas anualmente serían destinadas a dichos inmigrantes dispuestos a vivir y trabajar durante cinco años en Detroit, una ciudad sacudida por la mayor bancarrota municipal en la historia de Estados Unidos y cuyos vecindarios se han visto afectados por una prolongada merma de población.
La víspera, Snyder respaldó planes de dedicar hasta 350 millones de dólares en fondos estatales para reforzar los fondos de pensión de Detroit e impedir la venta de objetos de arte valiosos en propiedad de la municipalidad.
Snyder presentó el plan de inmigración en las oficinas del IDEAL Group, una compañía de manufactura y construcción en Detroit cuyo fundador es nieto de inmigrantes mexicanos. El alcalde Mike Duggan, miembros del concejo municipal y otros líderes comunitarios estuvieron presentes.
El gobernador busca flexibilidad en una exención que permite a trabajadores extranjeros con una maestría o doctorado —o que hayan demostrado habilidades excepcionales en ciencias, negocios o el arte— venir a Estados Unidos si es «de interés nacional». Snyder quiere ampliar la definición de interés nacional para aplicarlo al área geográfica de Detroit.
Según el plan propuesto, Detroit recibiría 5.000 visas en el primer año, 10.000 en los tres años siguientes y 15.000 en el quinto año. Snyder está particularmente interesado en mantener a los estudiantes extranjeros en Michigan con títulos avanzados en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas.
«Muchos de ellos vienen a recibir sus títulos, les damos una educación de nivel mundial y después les decimos que se vayan», afirmó.