El gobierno de facto hondureño de Roberto Micheletti solicitó a la comunidad internacional que apoye las elecciones el 29 de noviembre, debilitadas por el retiro de un candidato de izquierda, y «normalizar» las relaciones.
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El candidato de izquierda de las elecciones generales del 29 de noviembre en Honduras, Carlos H. Reyes, anunció ayer su retiro de los comicios alegando falta de garantías dado que el régimen de facto se ha negado a restituir el depuesto presidente Manuel Zelaya.
«Hemos hecho consultas a diferentes ciudades del país, de diferentes maneras, a más de 11 mil personas, y el 96% nos dijo que era mejor no participar», dijo Reyes en el Canal 3 de la televisión local.
El dirigente de izquierda indicó que mañana acudirá al Tribunal Supremo Electoral (TSE) a entregar la nota de renuncia.
«No hay garantías para las elecciones» por no haber sido restituido Zelaya, sentenció Reyes, un destacado dirigente del sindicato de la Cervecería Hondureña y miembro del Frente de Resistencia contra el golpe.
El pasado 30 de octubre, el gobierno de facto de Roberto Micheletti y el presidente depuesto Manuel Zelaya alcanzaron un acuerdo que contemplaba la formación de un gobierno de unión nacional y dejaba en manos del Congreso Nacional la restitución en el poder del mandatario.
Pero el compromiso fracasó cuando Zelaya consideró que ya había vencido el plazo para restituirlo y Micheletti anunció la formación de un gabinete sin miembros del campo del presidente depuesto.
En julio, Reyes sufrió lesiones en un brazo al caerse en un barranco cuando la policía reprimía una manifestación del Frente de Resistencia en El Durazno, 5 km al norte de Tegucigalpa.
Los principales aspirantes a la presidencia hondureña son los candidatos del gobernante Partido Liberal (derecha) Evin Santos y del Partido Nacional (también derecha) Porfirio «Pepe» Lobo.
Los otros candidados son Bernard Martínez del Partido Innovación y Unidad (socialdemócrata) y Felícito Avila de la Democracia Cristina.
César Ham, del izquierdista Unificación Democrática, también miembro del Frente de Resistencia, se halla en la encrucijada de participar o no si antes no se restituye a Manuel Zelaya en el poder.
URGEN ACUERDO
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, urgió el lunes a implementar «sin demora» el acuerdo de reconciliación en Honduras, una condición «esencial» para que la UE levante sus sanciones contra el gobierno de facto.
«Estoy muy preocupada y decepcionada por el hecho de que el Acuerdo de Tegucigalpa-San José no se haya implementado íntegramente» y «llamo a todas las partes a ponerlo en práctica sin demora», señaló en un comunicado la comisaria.
Para Bruselas, se trata de una condición «esencial» para restablecer relaciones normales con el gobierno de Honduras, «incluida la cooperación al desarrollo», suspendida desde el golpe de Estado de fines de junio.
Tras el golpe de Estado, la Unión Europea congeló las ayudas directas al gobierno hondureño así como las negociaciones comerciales para un Acuerdo de Asociación con América Central.