Mi familia retrocede


Editorial_LH

De acuerdo con datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Guatemala presenta un incremento de tres por ciento en la población en estado de pobreza y la misma cifra de incremento entre quienes sufren de pobreza extrema. Ello es atribuido al impacto de la crisis económica internacional que ha tenido efectos en nuestro país, sobre todo por el desempleo en Estados Unidos que significó una reducción en el envío de remesas que es el principal ingreso para cientos de miles de familias.


Todo ello pese a que en el Gobierno anterior se realizó una multimillonaria inversión social para combate a la pobreza, lo que demuestra y confirma que el clientelismo que caracterizó a esos programas, diseñados en realidad para generar votos a favor de la candidata oficial que luego vio frustradas sus intenciones, impidió que fuera un efectivo auxiliar en la lucha contra el flagelo de la miseria que nos agobia en el país.
 
 No hubo realmente progreso en las familias beneficiadas con el programa de Mi Familia Progresa porque lo que muestran los indicadores del PNUD es que hubo retroceso y que familias que no estaban en niveles de pobreza y pobreza extrema lo están ahora. Más de un millón de ellas en el país, lo cual es alarmante porque sabemos que eso se traduce en desnutrición y por lo tanto en una pesada carga que por generaciones ha de afectar a muchísimos guatemaltecos.
 
 Ante la evidencia de que un país pobre como el nuestro está retrocediendo en el tema del desarrollo y que ahora tenemos muchos más pobres que antes, es urgente que el Gobierno defina programas de inversión social efectivos que se alejen de la patraña del régimen de los Colom que se aprovechó de la pobreza para montar la plataforma de una campaña electorera con base en los dineros del Estado administrados con criterio de generar votos y no de contribuir a fortalecer la posición de las familias más pobres de nuestra patria.
 
 Creemos que la evidencia resulta abrumadora y que ahora, cuando muchos guatemaltecos que ni siquiera tenían idea de lo que significa ser pobre pudieron compartir con familias en condición de miseria esa vida sin oportunidades ni posibilidad de salir del atolladero, es importante que se defina una política de Estado compenetrada de la necesidad de atender las necesidades básicas de salud, educación y alimentación de tanta gente que está en el más completo abandono y que no merece esa suerte ni tampoco se merece ser manipulada políticamente para que sirva únicamente de plataforma de aspiraciones y ambiciones personales como las de la que fuera señora de Colom.

Minutero:
No puede haber ligereza 
al manejar la inversión 
porque viendo la pobreza 
se vislumbra perdición