«Mi esposa estuvo a punto de vomitar»


Los asaltantes, uniformados de policí­as, embistieron con un camión a varios agentes, arrojaron explosivos y remataron a los supervivientes con arma blanca, según un escalofriante testimonio del atentado de ayer en la región musulmana del Xinjiang, noroeste de China.


«Era horripilante mirar. Mi esposa estaba a punto de vomitar y tuvo que tumbarse un buen rato», explica Wlodzislaw Duch, un turista polaco que presenció la matanza de 16 policí­as de aduanas desde la ventana de su habitación de hotel en Kashgar, ciudad del oeste del Xinjiang. Otros 16 agentes resultaron heridos.

Duch vio un camión proyectarse contra los aduaneros antes de empotrarse contra la puerta de entrada del establecimiento en el que se aloja.

Los dos hombres a bordo del vehí­culo lanzaron seguidamente explosivos hacia los policí­as atropellados, un grupo de «al menos una veintena» que yací­an sobre la acera, heridos o muertos, describió este profesor de informática.

Inmediatamente después bajaron del camión y arremetieron contra los agentes, apuñalándolos con unas espadas cortas parecidas a machetes.

Los policí­as lograron finalmente reducir a uno de los atacantes. Un agente se apoderó del arma blanca iniciando un duelo con el segundo asaltante, según Duch.

«Fue muy extraño. Visualmente, se habrí­a pensado que eran dos policí­as enzarzados en un duelo» de espadachines, dijo. «La acera estaba anegada en sangre», agregó.

El segundo agresor fue finalmente inmovilizado.

Duch no pudo confirmar que se tratara de dos uigures, una etnia musulmana turcófona de la región de Xinjiang, debido a la confusión y a la violencia de la escena.

Su testimonio fue confirmado por Feng, un turista chino de la región sureña de Guangdong. Para Feng, los agresores llevaban uniformes parecidos a los de la Policí­a Armada del Pueblo (PAP), un cuerpo con estatuto militar.

Fue un ataque «encarnizado, feroz», indicó Feng, de 55 años.

La policí­a intervino rápidamente, señaló el ciudadano chino, que no obstante puso en duda el número de ví­ctimas avanzado por las autoridades, de 16 muertos y otros tantos heridos. Afirmó haber visto únicamente a ocho personas aparentemente muertas y muchos heridos.

Según la prensa oficial, 14 policí­as fallecieron en el acto y otros dos, camino al hospital.