Un adolescente estadounidense de 14 años, considerado sicario del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, fue sentenciado ayer a tres años de prisión por un tribunal de justicia para menores.
José Manuel Serrano, fiscal para adolescentes de la Procuraduría de Justicia del estado central de Morelos, informó a la prensa que el adolescente Edgar, conocido por su alias de «El Ponchis», fue condenado por delincuencia organizada, homicidio, portación de arma de uso exclusivo del ejército, secuestro y transporte de cocaína.
La pena máxima que se le puede aplicar a un menor de edad es de tres años, según la legislación del estado de Morelos.
Serrano dijo que durante el juicio su oficina presentó a 43 testigos contra el menor, quien cumplirá su condena en un centro para adolescentes, en donde ya estaba recluido desde que fue detenido en diciembre de 2010.
El fiscal dijo que en la audiencia previa a que se dictara sentencia «El Ponchis» no quiso declarar y se mostró tranquilo y en silencio.
Refirió que actualmente la fiscalía tiene 12 casos de menores de edad procesados por presuntos vínculos con el narcotráfico.
El adolescente nació en San Diego, California, pero fue criado en México por su abuela.
Historias sobre un «niño sicario» empezaron a difundirse a finales de 2010 tras la aparición en YouTube de un video en el que varios adolescentes posaban para la cámara al lado de cadáveres y armas. Un chico en el video decía que «El Ponchis» era su cómplice.
Tras su arresto en diciembre de 2010, el adolescente dijo serenamente frente a las cámaras que participó en cuatro asesinatos estando drogado y bajo amenazas. También dijo que había sido secuestrado a los 11 años y obligado a trabajar para el narcotráfico.
«El Ponchis» fue detenido junto con su hermana de 19 años en el aeropuerto de Cuernavaca, capital de Morelos, cuando intentaban tomar un avión rumbo a la ciudad fronteriza norteña de Tijuana.
Ambos pretendían reunirse en San Diego con su madre, según declaró el mismo adolescente a la prensa.
Las autoridades consideran que el adolescente estaba al servicio de el Cartel del Pacífico Sur, un grupo creado tras una división al interior del cartel de los Beltrán Leyva que provocó la muerte en 2009 de su líder máximo, Arturo Beltrán.