México, paí­s «socavado por los barones de la droga»


México, que este año celebrará el bicentenario de su independencia y el centenario de su revolución, está «socavado por los barones de la droga» que desde la «alternancia» polí­tica en el 2000 «han duplicado su poder y su influencia polí­tica», afirma hoy el diario Le Monde.


«Después de 71 años de reinado absoluto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la llegada al poder del Partido de Acción Nacional (PAN, conservador) voló en pedazos el «pacto tácito» que el viejo régimen autoritario habí­a alcanzado con los barones de la droga», dice en su editorial el vespertino francés.

El cambio de color polí­tico de hace diez años «fue acompañado por una infiltración de los órganos locales del Estado por parte de los carteles» de la droga, dice Le Monde antes de subrayar que «no pasa un dí­a sin un ajuste de cuentas sangriento» entre organizaciones narcotraficantes que en tres años y medio han dejado 28 mil muertos.

«La cruzada contra el narcotráfico lanzada por el presidente Felipe Calderón, con problemas de legitimidad tras su impugnada elección en julio de 2006, se ha convertido en una guerra sin cuartel», sostiene Le Monde que denuncia «la pérdida de control del gobierno» que «alimentó narco-estados».

«La falta de estrategia global del poder complicó» el panorama, según ese periódico francés que se refiere al actual debate sobre la legalización de las drogas que Calderón «está dispuesto a lanzar ante el fracaso de su lucha» contra los carteles.

Le Monde considera que ese debate se inscribe en «el nerviosismo del poder que erosiona su legitimidad y beneficia al PRI, a quienes muchos consideran mejor preparado para restablecer la paz social».

Recuerda que en las recientes elecciones locales el PRI ganó nueve de las 12 gobernaciones, un resultado que podrí­a «ser el preludio de (su) regreso a la presidencia» en las elecciones de 2012.

Y advierte que esos comicios presidenciales podrí­an poner al electorado mexicano frente a un «dilema poco feliz»: «elegir entre la libertad» que ofrece el PAN y la «seguridad garantizada» por el antiguo partido hegemónico.