Un estadounidense que era uno de los principales cabecillas para el tráfico de drogas a Estados Unidos en la organización de los Arellano Félix fue detenido en México, informaron el lunes las autoridades locales.
MEXICO / Agencia AP
Armando Villarreal Heredia, de 33 años y oriundo de San Diego, California, está acusado de contrabando de estupefacientes del estado de Sinaloa, en el norte de México, hacia Estados Unidos, dijo la Secretaría de Seguridad Pública en un comunicado.
El detenido, que tiene varios alias y es apodado «El Gordo», es también buscado en Estados Unidos por cargos federales de asociación delictuosa, de acuerdo con una demanda del 2010 que lo implica en homicidio, secuestro y otros delitos tanto en México como en California.
La portavoz del Departamento de Justicia Debra Hartman confirmó el lunes que Villarreal es ciudadano estadounidense. Hartman se abstuvo de pronunciarse sobre una posible solicitud de extradición.
Según el comunicado, el indiciado era uno de los principales operadores de la organización delictiva encabezada por Fernando Arellano Sánchez, alias «El Ingeniero».
Incluido en la lista de los más buscados del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) en la región de San Diego, Villarreal es uno de 43 acusados por la justicia federal de Estados Unidos.
Las autoridades mexicanas han aprehendido en el pasado a otras personas nacidas en Estados Unidos por su presunta participación en el narcotráfico, como el capo Edgar Valdez Villarreal, alias «La Barbie», que fue capturado en agosto.
La secretaría precisó que Villarreal Heredia fue capturado por la Policía Federal el sábado en la ciudad de Hermosillo, capital del estado noroccidental de Sonora.
En el 2009 fue considerado por la DEA «como uno de los principales operadores de la nueva generación del cártel de los Arellano Félix», dijo la secretaría, y señaló que Villarreal Heredia es investigado por introducir grandes cantidades de droga, principalmente marihuana, a San Diego y Los Angeles.
Refirió que metía la droga en vehículos con compartimentos ocultos que preparaba en la ciudad noroccidental de Tijuana, que colinda con San Diego y es la sede del fracturado cartel de los cuatro hermanos Arellano Félix, que han sido muertos o detenidos.
Según las autoridades, las fracturas en los cárteles de las drogas en México y los enfrentamientos entre los mismos por el control de plazas es una fuente importante del alto nivel de violencia en México.
Al menos 35.000 personas han sido muertas desde que el presidente Felipe Calderón comenzó una campaña contra el crimen organizado en el 2006, de acuerdo con datos oficiales. Algunos grupos consideran que la cifra superaría los 40.000 muertos.
Las autoridades mexicanas responsabilizaron el lunes al grupo delictivo llamado los Caballeros Templarios de la muerte de 11 personas en la periferia de la capital nacional. Las víctimas fueron acribilladas con fusiles automáticos y encontradas el viernes apiladas cerca de un pozo de agua en el Estado de México.
La procuraduría de justicia del Estado de México, con sede en la capital regional de Toluca, informó que —según el único sobreviviente de la matanza: las víctimas fueron secuestradas dos días atrás en un bar por miembros de los Caballeros Templarios. De acuerdo con las autoridades, éste grupo es una escisión del cartel de La Familia.
El fiscal estatal Alfredo Castillo dijo que el sobreviviente le declaró a la policía que sólo cuatro de las 11 víctimas eran miembros de La Familia y considerados rivales de los Caballeros Templarios.