Ambos mandatarios coincidieron en que no se deben tomar posiciones, hasta que no se concluyan las investigaciones, dijo Berger.
halvarado@lahora.com.gt
El presidente í“scar Berger pidió a su homólogo de El Salvador, Antonio Saca, mesura en sus declaraciones cuando aborde el tema del cuádruple crimen ocurrido en Guatemala de tres diputados salvadoreños al Parlacen y su piloto hecho ocurrido el 19 de febrero.
Berger se comunicó vía telefónica el viernes anterior con su par para requerirle que debería ser más cuidadoso en el manejo de la información.
En la conversación coincidieron en que no se deben tomar posiciones que podrían enfrentar a salvadoreños y guatemaltecos, explicó Berger.
«Somos líderes de dos naciones, tenemos que velar por mantener las excelentes relaciones. Que no sean truncadas por un hecho aislado, que nos duele y da vergí¼enza. Estamos en el proceso de castigar a los responsables», expresó el Jefe de Gobierno.
Esto luego que el jueves anterior el presidente Antonio Saca arremetió en contra de Guatemala por los sucesos recientes.
Implicados de alto nivel
«Aquí no nos chupamos el dedo; hay autoridades involucradas, gente de alto nivel, y debemos investigar quiénes son los asesinos intelectuales de los diputados y los policías», expresó Saca.
Además culpó a las fuerzas de seguridad guatemaltecas de estar detrás de tales crímenes.
Berger manifestó que mientras no terminen las investigaciones no se pueden tomar conclusiones.
De esa forma Saca aumentó las exigencias de una investigación que identifique a los responsables, un día después de quejarse ante su homólogo George W. Bush, en Washington.
«Hay autoridades de Guatemala que deben ser llevadas a la justicia», agregó el mandatario salvadoreño a una cadena de televisión de su país.
No a la militarización
El presidente Berger descartó que la Policía Nacional Civil (PNC), se militarice. Dice que el camino es trabajar con efectivos civiles y contraviene los Acuerdos de Paz.
Dijo que ya firmó el acuerdo que busca reformar algunos artículos de la PNC que sirvan para lograr la destitución de unos mil efectivos policiales.
Entre otros cambios se encuentra reformar la inspectoría de la PNC.