Messi, Xavi y Cristiano Ronaldo firmaron un 2011 sublime, y es por eso que podrían llegar a estar muy igualados en las votaciones finales. La cantidad de goles del argentino y el luso les convierte en favoritos, pero el peso del español en el Barcelona así como los títulos conseguidos también le permiten soñar con ser reconocido como el mejor jugador del pasado año.
Hoy se celebrará al fin la gala en la que se dará a conocer el nombre del ganador del Balón de Oro del pasado 2011, es decir, del mejor jugador del año natural. Los nombres de los tres finalistas ya son por todos conocidos: Messi, Cristiano Ronaldo y Xavi. Se trata de tres jugadores con perfiles muy distintos pero únicos e irreemplazables en sus demarcaciones. Empecemos hablando de La Pulga.
El vigente Balón de Oro ha vuelto a ser nominado para revalidar su condición de mejor futbolista del mundo por varios aspectos. El primero de todos y más determinante es que se trata del jugador más resolutivo y más esencial en los esquemas de Pep Guardiola. Es el máximo anotador del cuadro azulgrana (y cerca está de ser el de la historia del club si supera los 235 tantos de César) y el encargado de ofrecer espectáculo al fiel público del Camp Nou.
Ha sumado un total de 55 goles 2011, anotando obras maestras como el gol frente al Arsenal en los cuartos de final de la Champions League o el que firmó en el Santiago Bernabéu al recorrer medio campo regateándose a los defensas blancos para acabar batiendo cruzado a Casillas.
Por otro lado, también ha realizado dianas que desatascaban un partido y que daban alas a su equipo, como por ejemplo el que desequilibraba la balanza del lado de los azulgranas con el 2-1 en la mismísima final de la Champions frente al Manchester United en Wembley. Y, obviamente, la cantidad de títulos que ha conseguido cantar el pequeño delantero del Barcelona también forman parte de una carta de presentación de lo más llamativa posible.
CRISTIANO, EL Rí‰CORDMAN
Por lo que a Cristiano Ronaldo respecta, el mundo entero teme sus inalcanzables galopadas con el balón en sus botas, así como los potentes misiles que dispara tanto con su pierna derecha como con su izquierda, así como también con su testa. La principal baza del portugués para convertirse en el mejor jugador del mundo del pasado año es la marca que logró al fin de la campaña en liga: sumó 40 dianas en 34 partidos, superando las 38 en 30 partidos de Zarra y Hugo Sánchez.
Por otro lado, fue el jugador que le dio el único título que lograría el Real Madrid en toda la temporada, la Copa del Rey. Precisamente, su gol de cabeza le impidió al conjunto de Pep Guardiola conseguir un nuevo triplete. Sin embargo, en el resto de enfrentamientos directos contra el conjunto azulgrana se ha visto superado por los propios Messi y Xavi, algo que le resta ciertas posibilidades.
XAVI, EL TERCERO EN DISCORDIA
Finalmente, uno de los muchos ‘locos bajitos’ del Barcelona también opta a ser nombrado como el futbolista más completo de 2011. Sus números para nada se asemejan ni a los de su compañero argentino ni a los de Cristiano Ronaldo. De hecho, apenas ha sumado 11 goles y 14 asistencias en todo 2011 (aunque en ocasiones han servido para ganar un partido, como por ejemplo su gol de falta en Granada). Sin embargo, Xavi está nominado por ser el corazón que da vida al Barcelona, por equilibrar al equipo, por ser el que dirige a su equipo dentro del terreno de juego.
Todo lo que piensa lo ejecuta con una asombrosa efectividad, mientras que cuando el partido está atrancado él es el que consigue desatascarlo. De hecho, recientemente ha sido nombrado como el ‘Mejor Constructor del Mundo’ por la IFFHS, un premio individual que también le permite aspirar a ser el mejor jugador del año, un galardón que también premiaría, de una vez por todas, su espectacular trayectoria con el Barcelona.
Se trata de una votación difícil, aunque probablemente no tanto como la de la pasada campaña, en la que realmente Iniesta y los propios Xavi y Messi estaban muy igualados en cuanto a posibilidades. Este año tampoco hay que descartar a ninguno, aunque podría tratarse más bien de un juego de dos.