Lionel Messi se vio involucrado en un extraño episodio el jueves cuando a la salida de un restaurante de su ciudad natal de Rosario un adolescente intentó agredirlo con un puño y luego se dio a la fuga, relató un testigo a la AP.
Messi almorzó con dos amigos en el restaurante «El Club de la Milanesa», ubicado en el centro de Rosario, provincia de Santa Fe —300 kilómetros al norte de Buenos Aires–, y cuando se retiraba del lugar un adolescente con uniforme escolar le lanzó un golpe de puño y alcanzó a rozarle la cabeza, dijo a la AP el fotógrafo José Granata, quien se encontraba en el lugar siguiendo los movimientos del astro del Barcelona.
«El chico se fue corriendo… no pasó nada grave, pero el intento de agresión existió», agregó Granata.
El delantero le restó importancia al incidente, que rápidamente se propagó por medios de comunicación de todo el país y del exterior.
«Para la tranquilidad de todas aquellas personas que nos han preguntado la veracidad del accidente saliendo de un restaurante, deciros que no he recibido ningún manotazo de nadie. Estoy perfectamente bien. Me he quedado sorprendido por este revuelo que se ha ocasionado. Muchas gracias de todas formas por vuestros mensajes de interés», publicó Messi en su página de Facebook (http://www.facebook.com/LeoMessi)
La Pulga llegó al país el lunes procedente de España, dos días después de conquistar con Barcelona la Liga de Campeones de Europa. Inmediatamente se trasladó hacia su ciudad natal para tomarse un descanso antes de iniciar la preparación con vistas a la Copa América que se jugará entre el 1 y el 24 de julio en Argentina.
El mejor jugador del mundo suele hacer una vida normal cada vez que visita Rosario. Se junta con sus amigos de la infancia, con los que sale a comer a restaurantes o a bailar a discotecas, sin custodia, tal como lo hizo ayer.
Una veintena de adolescentes se concentraron frente al local de comidas enterados de la presencia de Messi, quien desestimó un ofrecimiento del gerente del lugar para retirarse por una puerta trasera y así evitar a los fanáticos.
El agresor cursa el quinto año del colegio Latinoamericano, ubicado a pocas cuadras del restaurante. Fueron sus propios compañeros quienes lo identificaron cuando atacó a Messi.
«Los compañeros le empezaron a gritar y dijeron que (el agresor) era hincha de Rosario Central», archienemigo del equipo Newell’s Old Boys del cual Messi es aficionado y en cuya cantera dio sus primeros pasos antes de emigrar a Barcelona, contó Granata, quien trabaja para la agencia estatal Télam.
Pasado el mal momento, Messi continuó firmando autógrafos, pero «le cambió la cara», describió Granata.
Messi debe sumarse el 8 de junio a las prácticas del seleccionado argentino, que debuta en la Copa América el 1 de julio ante Bolivia.