Merkel inicia batalla por coalición


Los socios de la nueva coalición de centroderecha de la canciller Angela Merkel iniciaban el lunes negociaciones sobre su programa para los cuatro próximos años, con posiciones iniciales diferentes en materia fiscal y social que puede provocar ásperos debates.


Para los conservadores de la CDU-CSU de Merkel y los liberales del FDP, que ganaron las elecciones del 27 de septiembre, llegó el momento de elegir la hoja de ruta del próximo gobierno, en momentos en que Alemania lucha por salir de la peor recesión de la posguerra.

Merkel ya ha rechazado toda inflexión liberal en materia social, a pesar de que logró ser reelecta como canciller gracias al 14,6% de los votos obtenidos por el FDP.

Por su parte, la vicepresidenta del FDP, Cornelia Pieper, recordó el lunes a la televisión que su partido «aporta un tercio de los votos de la coalición» y que tiene «una fuerte misión que debe ser tomada en serio».

Según el diario Bild, los democristianos de la CDU/CSU quieren que las negociaciones estén concluidas el 27 de octubre, para permitir a Merkel y su futuro ministro de Relaciones Exteriores, muy posiblemente Guido Westerwelle, viajar juntos a la cumbre de la Unión Europea (UE) el 29 y 30 de octubre en Bruselas.

De todas maneras, Westerwelle indicó a la prensa que se trataba ante todo de «examinar las cosas de una manera minuciosa en lugar de rápida».

Nueve representantes de cada partido, en total 27 delegados, tení­an previsto participar el lunes por la tarde en las negociaciones antes de repartirse los temas a tratar a partir del martes en el marco de diez grupos de trabajo.

Para uno de los representantes del equipo de la CDU, el presidente del gobierno regional de Renania del Norte Westfalia (oeste), Jí¼rgen Rí¼ttgers, «no habrá recortes» en los programas sociales bajo el pretexto de la crisis económica.

«Serí­a ridí­culo cambiar en forma radical de objetivos aplicando una polí­tica errónea de ahorro», afirmó Rí¼ttgers al diario Bild, en respuesta a los pedidos del FDP de ahorro, por ejemplo en el sector de salud.

Según este miembro de la CDU, no hay que modificar las medidas de protección contra el despido, a su entender ya muy flexibles, algo con lo que no coincide el FDP.

Varios responsables sindicales ya amenazaron con convocar a manifestaciones masivas en caso de que el nuevo gobierno busque reformar esas leyes.

Liberales y conservadores están de acuerdo en la necesidad de alentar la reactivación económica, pero se enfrentan sobre el modo de hacerlo, en un momento en que el Estado ya se encuentra muy endeudado para intentar salvar a empresas en dificultades y frenar el desempleo.

Durante la campaña electoral, el FDP habí­a pedido reducciones de impuestos por 35.000 millones de euros (unos 50.000 millones de dólares), mientras que los conservadores proponen un recorte de 15.000 millones de euros asociado con un ahorro presupuestario.