Merkel asume tercer gobierno al mando de «gran coalición»


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Tres meses después de arrasar en las elecciones generales de Alemania, Angela Merkel asumirá mañana su tercer gobierno al mando de una «gran coalición» de sus demócrata y socialcristianos con los rivales socialdemócratas como la que dirigió en su primer mandato entre 2005 y 2009.

Por María Laura Aráoz Berlín, Agencia dpa

Las Uniones Demócrata y Socialcristiana de Merkel (CDU/CSU) quedaron a cinco escaños de la mayoría absoluta y se vieron obligadas a buscar nuevamente de aliado al Partido Socialdemócrata (SPD) después de que quedara fuera del Parlamento el anterior socio de coalición, el Partido Liberal.

   Tras cinco semanas de negociaciones, los conservadores de Merkel y los socialdemócratas llegaron a un acuerdo de coalición que recoge importantes reivindicaciones socialdemócratas como el sueldo mínimo, excepciones al retraso de la edad jubilatoria y más facilidades para la doble nacionalidad de hijos de extranjeros.

   El acuerdo fue sometido por primera vez en la historia al voto de las bases del SPD, que lo validaron por una amplia mayoría dejando atrás el trauma del peor resultado electoral que encajaron los socialdemócratas tras la primera alianza con Merkel en los comicios de 2009.

   «Una gran coalición para grandes tareas», celebró hoy Merkel tras la firma oficial del documento de 185 páginas que desgrana los principales retos del próximo gobierno: llevar adelante la transición energética a las fuentes renovables, mejorar las jubilaciones, introducir el salario mínimo, rebalancear las finanzas internas con las regiones y trabajar por la estabilidad del euro.

   La mandataria destacó el buen clima negociador que reinó pese a la firmeza de las respectivas posiciones. «Lo que para mí caracterizó estas negociaciones es que nos escuchamos mutuamente. Eso es algo que no se da por sentado en la política».

   Con el respaldo de las dos principales fuerzas, Merkel será elegida mañana por el Parlamento, tras lo cual será designada como nueva jefa de gobierno por el presidente alemán, Joachim Gauck.

   El jefe de Estado tomará posteriormente juramento a los 15 ministros entre los que destaca Gabriel, como vicecanciller y titular de un nuevo «superministerio» de Economía y Energía y el ministro del Exterior Frank-Walter Steinmeier.

   Merkel volverá a encargar las finanzas y la defensa de los intereses alemanes en Europa al experimentado Wolfgang Schäuble y confiará la cartera de Defensa por primera vez a una mujer, la hasta ahora titular de Trabajo Ursula von der Leyen.

   Tras la ceremonia de juramento, Merkel presidirá la primera reunión de gabinete. Para el miércoles tiene previsto pronunciar un discurso sobre la política europea de Alemania ante los diputados y seguidamente viajar a París para efectuar su primera visita al presidente francés, François Hollande.   Conservadores y socialdemócratas reunirán en la próxima legislatura un 80 por ciento de las bancas del Bundestag. La aplastante mayoría ha desatado las alarmas en la diminuta oposición de La Izquierda y Los Verdes, que reclaman más derechos para garantizar el buen funcionamiento de la democracia parlamentaria.

También la prensa advirtió el peligro de una oposición demasiado débil para oficiar de contrapeso. «Esta gran coalición es demasiado grande para una democracia parlamentaria viva (…) Y una oposición que no puede iniciar una investigación parlamentaria ni elevar querella ante el Constitucional es una minioposición. Una democracia que tiene una minioposición es solo una democracia a medias», sentenció en una editorial el «Süddeutsche Zeitung».     Un interrogante que plantea el gran día para Merkel es si su marido, Joachim Sauer, estará presente cuando asuma su tercer mandato, en el cénit del poder. El catedrático de química no asistió a las dos elecciones anteriores de la canciller. Pero Merkel se mostró comprensiva ya en su primer gran día. «Lo siguió por televisión. En días así los gustos difieren. Pero se alegró».