El canciller paraguayo Rubén Ramírez exploró hoy en Bruselas con responsables de la Unión Europea la posibilidad de relanzar las paralizadas negociaciones de un acuerdo comercial UE-Mercosur, en el marco de una visita que también abarcó cuestiones bilaterales.
En su calidad de presidente pro-tempore del Mercosur, Ramírez planteó a sus interlocutores continuar la negociación UE-Mercosur al margen de las discusiones multilaterales de la Ronda de Doha, pese a que desde ambos bloques se reconoce que ambas cuestiones están vinculadas, en particular en cuanto a los temas críticos: agricultura, servicios y bienes industriales.
«Hemos dialogado sobre los esfuerzos que hay que desarrollar para lograr un acuerdo que sea lo suficientemente adecuado para ambas partes, teniendo en consideración las asimetrías que existen» señaló Ramírez, que se reunió con la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero Waldner, y el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.
«Obviamente las diferencias que hay en materia agrícola, servicios y en el sector automotriz no permiten alcanzar el acuerdo, y por eso las negociaciones de la Ronda de Doha tienen un impacto tan importante», admitió sin embargo el canciller paraguayo, que también se entrevistó con Karl Falkenberg, principal negociador de la UE con los sudamericanos.
En efecto, el Mercosur y la UE iniciaron en 1999 negociaciones para un tratado de libre comercio que deberían haber terminado en 2004, pero las diferencias en materia de productos agrícolas, servicios y bienes industriales hicieron fracasar un acuerdo.
En 2005, ambos bloques relanzaron las discusiones, pero desde entonces no ha habido avances significativos, en parte a raíz de los problemas con la Ronda de Doha de la OMC de liberalización del comercio mundial.
A estos problemas se suma las complicada situación dentro del propio Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y en proceso de incorporar definitvamente a Venezuela, mientras comienza a analizar la posible adhesión de Bolivia.
En Bruselas, el canciller Ramírez impulsó la realización de una reunión del Consejo de Cooperación, que reúne a los ministros de la UE y del Mercosur, para permitir «una discusión en el ámbito político» sobre la cuestión, tras el enucentro de nivel técnico realizada en noviembre pasado en Río de Janeiro.
«Existen sobre la mesa propuestas comerciales concretas del Mercosur que harían factible avanzar en estas negociaciones», recordó, en referencia una proposición de los sudamericanos que data de fines de 2005 y que no conformó a los europeos.
Durante su visita, Ramírez analizó por otra parte con sus interlocutores europeos cuestiones como la cooperación UE-Paraguay y la administración del comercio bilateral, en particular el Sistema General de Preferencias (SGP) que permite importar ciertos productos a Europa con arancel cero.
Además, firmó con el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, y el representante permanente de Alemania ante la UE, Wilhelm Schí¶nfelder, un acuerdo de transporte aéreo que permite a las compañías aéreas europeas explotar vuelos entre cualquier Estado miembro del bloque y Paraguay.
Acuerdos del mismo tipo ya fueron firmados con Chile y Uruguay.
Este pacto no sustituye a los acuerdos bilaterales vigentes entre los Estados miembros de la UE y Paraguay, sino que los ajusta al Derecho comunitario mediante la eliminación de las restricciones de nacionalidad.