El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, entregó un misterioso mensaje del Kremlin al presidente iraní Mahmud Ahmadinejad durante su viaje sorpresa a Teherán, mientras aumenta la tensión por el programa nuclear, informó el miércoles la prensa estatal iraní.
Lavrov «entregó un mensaje al presidente iraní de su homólogo ruso Vladimir Putin» durante su breve visita del martes, afirmó la prensa estatal sin dar detalles sobre el contenido del mensaje.
Sin embargo, esta información surge dos semanas después de un importante viaje de Putin a Irán y, según responsables iraníes, el presidente ruso habría hecho una propuesta al líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, sobre el programa nuclear iraní.
Durante el encuentro con Lavrov, Ahmadinejad reiteró la postura de Irán en relación a su programa nuclear, afirmando no retroceder ante la presión internacional y continuar cooperando con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
«Teherán está decidido a continuar su cooperación con la agencia», afirmó al tiempo que agregaba que su país «continuará sus actividades nucleares pacíficas».
Lavrov, citado por la agencia de noticias rusa Interfax, afirmó tras el encuentro que las sanciones estadounidenses contra Irán «no ayudarán», aunque también llamó a Irán a ser «más activo» en la cooperación con la agencia de Naciones Unidas.
Ahmadinejad describió el viaje sorpresa -anunciado pocas horas antes de la llegada de Lavrov- como una continuación de las conversaciones entre él y Putin a principios de mes.
«Las conversaciones con Lavrov están en la línea del viaje de Putin», dijo Ahmadinejad durante una reunión con miembros de su gabinete el miércoles.
«Sirvió para hacer el seguimiento de los planes acordados durante el viaje de Putin a Teherán en relación con cuestiones internacionales y regionales y para intercambiar puntos de vista entre los dos países», afirmó.
La visita de Putin a mediados de octubre fue la primera de un jefe del Kremlin desde la II Guerra Mundial y fue celebrada por Irán como un gran éxito diplomático ante la presión estadounidense para aislar a Teherán por su programa nuclear.
En las últimas semanas, Putin se mostró más crítico con las decisiones estadounidenses de pedir más sanciones a Naciones Unidas e incrementar las sanciones unilaterales, así como con la negativa de Washington de descartar una eventual acción militar contra Teherán.
«Pueden corretear como locos blandiendo cuchillas, pero esa no es la mejor manera de resolver el problema», afirmó el pasado jueves en Lisboa antes de una cumbre entre Rusia y la Unión Europea.
Estados Unidos y sus aliados europeos acusan a Irán de querer desarrollar una bomba atómica y amenazan con una tercera tanda de sanciones de la ONU contra Teherán como castigo por su desafío nuclear.
Sin embargo, Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, que mantiene estrechas relaciones comerciales con Teherán, ha expresado en repetidas ocasiones sus dudas sobre las afirmaciones occidentales de que el programa nuclear de Irán tiene objetivos militares.