El drama de los niños migrantes no acompañados se convierte cada vez más en una pesadilla. El hacinamiento de los albergues de las estaciones de la patrulla fronteriza de los Estados Unidos se agudiza con el paso del tiempo por la cantidad de menores que se encuentran detenidos en las zonas fronterizas.
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Según Associated Press el número de niños centroamericanos apresados en la frontera con México ha aumentado en las últimas semanas y podría alcanzar los 90 mil este año.
Según el cable internacional, el gobierno federal de Estados Unidos reanudó la práctica de tomar las huellas digitales de las personas que, sin ser familiares, se ofrecen para hacerse cargo de los niños migrantes detenidos en la frontera, esto después que defensores de migrantes manifestaran su preocupación de que por la falta de vigilancia se pudiera poner a los niños en situación de riesgo.
Kenneth Wolfe, un vocero de la Administración de Niños y Familias, dijo anoche que la agencia que supervisa el programa de refugios para los niños inmigrantes ha retomado la política previa de exceptuar únicamente a los padres, madres y guardianes legales de la toma de huellas digitales. Aclaró que no se comprobó que ningún niño hubiese sido dañado por la política anterior.
El número de niños centroamericanos apresados en la frontera con México ha aumentado en las últimas semanas y podrían alcanzar los 90 mil este año. Ante la problemática que ha generado el aumento de niños en refugios, las autoridades habían dejado de tomar las huellas digitales para cotejarlas con las bases de datos de delincuentes a los padres y otros que se ofrecieran a cuidar a los menores.
MENORES DEPORTADOS
La mayoría de los niños migrantes no acompañados son repatriados a su país de origen y en el caso de Guatemala quien se encarga de la recepción de los menores es la Procuraduría General de la Nación, la cual a través de una entrevista a los menores realiza una investigación para determinar la procedencia y reunirlos con los familiares que se encuentran en el país.
Según Vladimir Aguilar, procurador General de la Nación, los menores deportados desde los Estados Unidos llegan a Guatemala solos, es decir, sin la compañía de un adulto. Contrario a lo que ha declarado el canciller Fernando Carrera, quien asegura que ningún niño puede ser deportado sin compañía de un adulto.
Aguilar indicó que se desconoce la forma en la que los niños salen del país, pero según investigaciones hay indicios de la participación de estructuras criminales vinculadas a trata de personas en los que se involucran los llamados “coyotes”.