La Premio Nobel de la Paz, la líder indígena Rigoberta Menchú, aseguró que si gana la silla presidencial en las elecciones de septiembre próximo cambiará el rumbo del país al reformar el Estado que está infiltrado por el crimen organizado.
«Yo sí creo que hay que marcar un nuevo rumbo para Guatemala, una nueva pauta, esto es, como dicen los políticos, una encrucijada en la que realmente debemos dejar nuestra historia (de divisionismo) y acompañarnos», afirmó Menchú a la radioemisora local Sonora, en la primera entrevista que concede después que aceptó participar en los comicios.
La primera mujer que aspira a la presidencia de Guatemala «sueña» con la «unión» de la población en «una misma perspectiva», aunque es consciente de que «no va a ser fácil».
Sobre todo, porque ello significa que hay que «retomar el (control) del Estado, que está corrompido y está lleno de mafias y narcotráfico».
«Guatemala es rico y próspero, tiene muchas potencialidades, más que otros países», aseguró, antes de poner el ejemplo de los avances en materia de protección de la naturaleza realizados en Costa Rica, que a su juicio, son «un porcentaje mínimo de lo que podría potencializar Guatemala para su gente», agregó.
Menchú aseguró que tiene posibilidad de ganar la presidencia de Guatemala, en la cita electoral del 9 de septiembre, pues su programa incluye sectores o poblaciones descuidadas hasta ahora, como los mercados cantonales, los ancianos, las mujeres y las poblaciones indígenas donde no hablan de forma permanente el español, el idioma oficial, y en cambio se hablan otros 23 idiomas mayas.
Otro objetivo, es la reestructuración de la policía y el Ejército, muy criticado por la Nobel de la Paz por las supuestas violaciones de los derechos humanos durante la guerra civil (1960-96) que vivió el país.
También afirmó que proseguirá con los procesos judiciales contra militares a quines acusa de genocidio del pueblo maya durante la guerra.
Menchú reconoció que aún no cuenta con un compañero de fórmula ni financiación para su campaña presidencial, pero descartó recibir recursos de la comunidad internacional porque lo prohíbe la ley.
Asimismo, indicó que es amiga personal del presidente de Bolivia, el también indígena Evo Morales, pero evitará mencionarlo porque «conmigo no (se) va usar a personas para dar una imagen».
También subrayó que estará al margen de los presidentes de Cuba, Fidel Castro, y Venezuela, Hugo Chávez, considerados amigos de Morales.
«í‰l (Morales) tiene derecho a elegir a sus amigos y le están ayudando mucho. Guatemala ha tenido un proceso diferente, existió una guerra, hubo un diálogo una negociación», afirmó.