Mel Gibson, ¿ángel o demonio?


Parece que Mel Gibson fuera dos personas distintas en sus últimas apariciones en los medios. Mientras que durante una entrevista hace dos dí­as en un canal de Chicago el actor ofendiera en pantalla a un periodista por preguntarle por sus polémicas con el alcohol y sus malas costumbres, en una revista alemana reconoce que «la humillación pública» que ha sufrido ha conseguido hacerle «más fuerte» y reconoce haber atravesado una grave crisis vital y de identidad durante los últimos años.


En la revista alemana TV Movie, el actor de 54 años habla de su reciente participación en Edge of Darkness, pelí­cula en la que vuelve a actuar tras cinco años de trabajar detrás de las cámaras. En la entrevista, el actor admite que dejó de salir en pantalla también por la crisis que vivió y explica: «Sentí­a que yo ya no era interesante y me sentí­a como un pan viejo. En una fase así­, lo mejor es dar marcha atrás».

Sin embargo, hace dos dí­as, cuando se dieron a conocer las nominaciones a los Oscar, el canal de televisión de Chicago WGN entrevistó en directo al actor, que se conectó desde Los íngeles y que, al parecer, no tení­a una buena mañana.

Después de que Gibson contestara sonriente un par de preguntas, el periodista Dean Richards le preguntó: «Â¿Crees que el público te percibirá diferente tras las noticias que se han publicado sobre ti? Me refiero a los problemas de alcoholismo y antisemitismo, tú sabes de lo que estoy hablando».

Ante la pregunta, el intérprete trató de contestar tranquilamente, afirmando que esas fueron noticias de hace cuatro años, pero poco a poco se fue calentando y recriminó al periodista su actitud: «He seguido adelante, tí­o, y al parecer tú no lo has hecho».

Pero ahí­ no quedó el incómodo momento televisado. Al despedirse con un forzado Bye, bye, Gibson se volteó y murmuró despacio la palabra asshole, que en EE UU suena un poco más fuerte que gilipollas.