El ambiente entre Ecuador y Colombia ha mejorado mucho, pero aún falta que acerquen posiciones para que se reanuden los vínculos diplomáticos, rotos desde marzo, dijo hoy el secretario general de la OEA durante una breve gira por los dos países.
«Creo que el escenario ha mejorado mucho, pero todavía tiene que mejorar más para poder llegar a una solución más definitiva», declaró el chileno José Miguel Insulza al término de una reunión de una hora con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en Quito.
El diplomático prevé reunirse hoy mismo, en Bogotá, con el mandatario colombiano, Alvaro Uribe, en un nuevo esfuerzo de la OEA para encauzar el diálogo entre los dos países tras la fallida mediación del Centro Carter.
Insulza aseguró que la conversación con Correa «fue muy grata» y que ahora espera la ayuda de Colombia para «ir obteniendo resultados concretos» en su mediación.
«Creo que, ciertamente, el clima en el cual se desarrollan nuestras gestiones ha mejorado sustantivamente», comentó.
Quito rompió relaciones con Bogotá el 3 de marzo, a raíz del ataque a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano que dejó 25 muertos incluidos el jefe rebelde Raúl Reyes y cuatro mexicanos que se encontraban en el campamento bombardeado.
Luego de que las tensiones escalaran a un punto crítico, Correa y Uribe aceptaron reanudar relaciones a nivel de encargados de negocios a finales de junio, atendiendo un pedido del ex mandatario estadounidense Jimmy Carter.
Sin embargo, un cruce de declaraciones echó a perder ese compromiso, tras lo cual el presidente ecuatoriano advirtió que mantendría interrumpido el diálogo con Colombia mientras Uribe fuera presidente.
No obstante, el secretario general de la OEA se declaró «cautamente optimista» frente a una pronta normalización de las relaciones bilaterales y destacó que las respectivas exigencias «no sólo son posibles sino razonables».
«Hay algunas cosas que ellos quieren, que no sólo son posibles sino razonables, y sobre esa base soy optimista», expresó excusándose de ofrecer más detalles.
Asimismo, indicó que «ambas partes» están en una buena disposición y que sus pedidos no deben interpretarse «como condicionamientos sino como un cambio de escenario que es necesario producir».
Antes del encuentro entre Insulza y Correa, la canciller ecuatoriana María Isabel Salvador dijo que su país espera que Bogotá entregue información detallada sobre el ataque del 1 de marzo para avanzar hacia una solución de la crisis, que en su momento hizo temer una guerra en la región andina.
«Si eso se concreta sería una señal importante y de real seriedad», afirmó Salvador al recalcar que Bogotá aún no ha dado muestras de su real interés por recomponer la relación.
Ecuador sospecha que Estados Unidos ayudó a Colombia en el bombardeo y que al menos una de las víctimas, el ecuatoriano Franklyn Aisalla, fue muerto a golpes por las tropas colombianas, lo que según Correa podría derivar en un juicio internacional.