Medirán el valor de la gravedad de la Tierra


El satélite europeo GOCE, lanzado exitosamente este martes desde la base rusa de Plessetsk (norte), medirá con precisión la gravedad terrestre para facilitar la predicción de terremotos y el conocimiento de las corrientes oceánicas.


El lanzamiento de GOCE (acrónimo inglés de la Misión de Estudio de la Gravedad y de la Circulación Oceánica en Régimen Estable) fue aplazado en cinco ocasiones desde el mes de septiembre.

«Acabamos de recibir confirmación de la separación de GOCE» y del lanzador Rockot, un misil intercontinental SS-19 transformado, declaró por la tarde un responsable de la Agencia Espacial Europea (ESA).

De 1.100 kg de peso y 5 metros de largo en forma de flecha, GOCE seguirá una órbita muy baja, a unos 260 km de altitud, usada normalmente por los militares para operaciones de espionaje.

Dispondrá de un motor iónico que le permite rectificar su trayectoria para compensar la desaceleración debida al roce con la atmósfera residual de la Tierra.

El satélite está equipado con seis acelerómetros ultrasensibles para medir variaciones del orden de diez mil milmillonésimos del campo gravitatorio terrestre, una precisión cien veces superior a lo que se hací­a hasta ahora.

Esto permitirá aislar mejor los efectos de la atracción terrestre sobre el nivel del mar y las corrientes oceánicas, así­ como sobre los movimientos tectónicos, como los sismos y la actividad volcánica.

La gravedad terrestre varí­a considerablemente de una región a otra, lo que provoca en algunos sitios una dilatación de los océanos que no se debe al calentamiento global.

La rigurosa medida de esta gravedad permitirá también establecer un nivel «cero» de los mares para el conjunto del planeta, que por ahora difiere de un lugar a otro, como por ejemplo entre las dos orillas del Atlántico.

«Conociendo mejor la circulación oceánica, también sabemos más sobre el clima y su evolución», declaró el lunes Rune Floberhagen, jefe de la misión GOCE.

La gravedad, que es más fuerte en los polos que en el Ecuador, también varí­a en función de la composición de la corteza terrestre (litosfera), de los movimientos tectónicos, responsables de los sismos, y de los movimientos del magma, que desencadena la actividad volcánica.

GOCE es el primero de una nueva serie de siete satélites de observación de la Tierra de la ESA.

Le seguirá, en el verano boreal, el lanzamiento de SMOS, que estudiará la humedad de los suelos y la salinidad de los océanos. Después será el turno de Cryosat 2, el sustituto de su homónimo, que suministrará datos sobre el espesor de los casquetes glaciares y del banco de hielo.

Un total de 45 empresas europeas, encabezadas por el grupo franco-italiano Thales Alenia Space, han participado en la construcción de este satélite.