Medidas de protección no son funcionales para las mujeres


Las medidas de protección, que son otorgadas por los distintos juzgados a nivel nacional, no son funcionales para las mujeres que sufren violencia femicida. ARCHIVO

Las medidas de protección, que son otorgadas por los distintos juzgados a nivel nacional, no son funcionales para las mujeres que sufren violencia femicida por parte de sus parejas; representantas de organizaciones de mujeres consideran que el Estado debe optimizar el seguimiento de ese recurso, así­ como sancionar severamente a los operadores que no cumplan con sus obligaciones.


Durante el Seminario/Debate «Antes de que Suceda», donde se abordan temas relacionados con las medidas de prevención y protección contra el femicidio en la región mesoamericana, las participantes aseguraron que es necesario que los Estados evalúen cuáles son las causas que impiden hacer funcionales las medidas de seguridad para la población femenina.

Uno de los principales problemas en la región es que las medidas se otorgan en función del agresor; los jueces se basan en las caracterí­sticas que presentan los violentadores y usualmente se preocupan sólo en conocer las historias de ellos, enfatizó Carmen López, de Convergencia Cí­vico Polí­tica de Mujeres (CCPM), de Guatemala.

En ese paí­s, las mujeres a quienes les fueron otorgadas medidas, permanecen en un estado permanente de vulnerabilidad, ya que no existen mecanismos especí­ficos para brindarles seguridad integral; los jueces no informan a la policí­a sobre el recurso, son ellas mismas quienes al verse en peligro acuden a las comisarí­as, indicó López.

Esas situaciones son similares en el resto de paí­ses de Centroamérica y en México; las medidas no son funcionales y no garantizan la vida de las mujeres que se encuentran en constante situación de amenaza ante parejas violentas y misóginas, destacaron las participantes del debate.

Yolanda ívila, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), expresó que los Estados aún no han tomado conciencia de las consecuencias culturales y económicas que conlleva para los paí­ses, la permisibilidad de ese tipo de crí­menes.

Hay sectores en Guatemala que han abordado la temática, pero han obtenido pocos resultados; es necesario girar la mirada hacia los operadores de justicia, quienes son los encargados de dar seguimiento al cumplimiento de esas medidas, añadieron las feministas mesoamericanas.

Marí­a Luz Estrada, de Católicas por el Derecho a Decidir, de México, dijo que es un tema de impunidad y debilidad institucionales; si los sistemas de justicia continúan indiferentes a la situación, los niveles de impunidad, en el ámbito de género, seguirán en aumento.

Finalmente, las participantes enfatizaron que muchas mujeres que recibieron medidas de seguridad fueron asesinadas por sus parejas o sus convivientes; El Salvador y Guatemala, son los paí­ses que registran el mayor número de mujeres muertas en dichos contextos.

El evento se desarrolla en la ciudad de Antigua Guatemala en el marco de la Campaña por el Acceso a la Justicia, que implementan organizaciones de mujeres en México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.