El médico Feliciano Hernández fue detenido por la policía, sindicado de falsificar el certificado de nacimiento de una niña que fue robada para entregarla en adopción, un delito que mueve millones de dólares al año.
Hernández es acusado de los delitos de conspiración, trata de personas y suposición de parto, ya que fue el médico que firmó la constancia de nacimiento de la bebé Esther Sulamita.
En el certificado de nacimiento, el médico constató que la niña era hija de Edelmira Hernández Molina, cuando en realidad había sido robada a Ana Escobar el 26 de marzo de 2006 para darla ilegalmente en adopción.
Este es el primer caso en Guatemala en que una víctima de robo de niños demuestra el delito, por medio de una prueba de ADN.
De acuerdo con el abogado Jaime Tecú, del equipo del Consejo Nacional de Adopciones de Guatemala, que funciona desde enero pasado, las pruebas de ADN practicadas en mayo a la madre y a la hija robada pudieron demostrar el parentesco con el 99,9 por ciento de certeza.
Tecú aseguró el jueves que la niña ya contaba con toda la documentación necesaria para darla en adopción a una pareja en Estados Unidos, incluidas las pruebas de ADN, pero todo era falsificado.
Las adopciones fraudulentas han causado preocupación en diferentes sectores debido a que consideran que ha provocado el robo de niños, en un negocio que se estima mueve unos 200 millones de dólares anualmente.
Además del galeno detenido, el tribunal a cargo del caso de Esther Sulamita, también ordenó la captura del abogado Jorge Sun, quien realizaba el proceso de adopción.
De acuerdo con los registros de la La Procuraduría General de la Nación, en 2006 un total de 4.496 niños y niñas fueron entregados en adopción en Guatemala, un 10% más que en 2005, mientras que en 2007 fueron alrededor de 5 mil 100.