Brasil espera poder mediar para la incorporación de Venezuela al Mercosur, que pende de un hilo después de que Hugo Chávez intimara a los reticentes congresos brasileño y paraguayo a ratificar antes de septiembre el protocolo de adhesión firmado por Caracas hace un año.
«Yo imaginaba que iba a conversar con Chávez en Paraguay (durante la cumbre del Mercosur la semana pasada); pero no, él tenía otros compromisos fuera, pero ya se dará esa oportunidad», lamentó Lula ante periodistas en Lisboa, al culminar la primera cumbre entre la Unión Europea (UE) y Brasil.
El presidente brasileño explicó que «no faltarán oportunidades para dialogar con Chávez» y saber «qué está pasando de verdad».
«Queremos a Venezuela, a Bolivia, a Perú, a todo el mundo en el Mercosur, porque es muy ventajoso para esos países estar en el Mercosur», añadió Lula.
Chávez envió el pasado martes un ultimátum a los poderes legislativos de Brasil y Paraguay para que aprobaran antes de tres meses la adhesión de Venezuela al Mercosur, ya ratificado por Uruguay y Argentina.
«Nadie va a establecer un plazo para ningún país», afirmó la ministra jefe del gabinete de Brasil, Dilma Rousseff.
«Cabe al Congreso brasileño decidir cuándo va a votar ese asunto. No le cabe al presidente Chávez fijar plazos para que el Congreso brasileño se manifieste», dijo Vieira da Cunha, presidente de la comisión de Exteriores de la cámara baja.
Pero el embajador de Venezuela en Brasil, Julio García Montoya, explicó este miércoles que el llamamiento de Chávez no tuvo la intención de ser un ultimátum al Congreso brasileño, sino «demostrar la voluntad de su país de integrar el Mercosur en el menor lapso posible».
Los legisladores brasileños indicaron al embajador que «sería importante que haya un gesto recíproco de distensión» para facilitar que el Congreso apruebe el Tratado de Adhesión de Venezuela al Mercosur, informó a la AFP Vieira da Cunha.
La polémica entre Chávez y los parlamentarios brasileños se desató después de que el mandatario venezolano llamara «loros» al servicio de Estados Unidos a los miembros de una comisión del Senado brasileño que criticó su decisión de no renovar la concesión al canal de televisión opositor RCTV.
El gobierno brasileño rechazó ese comentario y legisladores plantearon que sólo firmarán el protocolo si Chávez retira sus comentarios.
El Congreso de Paraguay recibió este miércoles la solicitud formal de Venezuela para ingresar al Mercosur, anunció en rueda de prensa el nuevo titular del cuerpo legislativo, el opositor liberal radical Miguel Abdón Saguier.
«Estamos trabajando para que en la brevedad el Congreso apruebe la plena adhesión de Venezuela al Mercosur», aseguró el canciller Rubén Ramírez Lezcano, al señalar que el legislativo paraguayo ahora se encuentra en manos de legisladores de la oposición.
Senadores paraguayos rechazaron este miércoles el emplazamiento. Las expresiones de Chávez son «bravuconadas» y «elementos de fricción» en las relaciones internacionales, manifestó el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la cámara alta, Alfredo Ratti.
Por otro lado, dirigentes de los principales gremios empresariales de Paraguay reiteraron públicamente este miércoles su rechazo al ingreso de Venezuela al Mercosur, alegando que el gobierno de Hugo Chávez viola la cláusula democrática del bloque y no respeta la propiedad privada.
«Si existe una cláusula democrática y un gobierno se especializa en cerrar un medio de comunicación, no creo que sea muy democrático», manifestó Gustavo Volpe, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) tras una entrevista con el mandatario paraguayo, Nicanor Duarte Frutos.
El empresario consideró negativo el ingreso de Venezuela al Mercosur porque, según afirmó, el presidente Hugo Chávez «tiene una forma muy especial de gobierno en donde están liquidando la empresa privada», situación con la que «obviamente nosotros no estamos de acuerdo».
El presidente de la comisión de Política Exterior del parlamento venezolano, Saúl Ortega, dijo este miércoles que «existen incongruencias entre el apoyo que han manifestado los gobiernos de esos países (Brasil y Paraguay) y la actuación de sus parlamentarios».
El protocolo fue firmado en una cumbre extraordinaria del Mercosur, el 4 de julio de 2006 en Caracas.
Vieira da Cunha, presidenta de la comisión de Exteriores de la cámara baja de Brasil.