Me da tristeza


Me he dado a la tarea a diario de cuando leo los periódicos y encuentro una foto de niños en área rural, que demuestra que ellos no han tenido la oportunidad de buena comida, ni de una estimulación temprana y mucho menos de la enseñanza formal, de maestros bien capacitados en una escuela pública, hago el recorte y lo pongo en una hoja de papel bond.

Raymond J. Wennier

Desde el gobierno pasado se ha publicitado que la cobertura escolar del Mineduc es de 96% en primaria. En otro artí­culo que he escrito en este medio he cuestionado el significado y veracidad de esa cifra, por lo tanto, no es mi intención de abordar este tema más profundamente ahora, sin embargo, sigo con la duda aún.

Un reportaje recientemente habló de que El Nuevo Palmar en Quetzaltenango NO tiene una escuela. Estamos hablando de que un poblado en el segundo departamento más grande de la Nación no cuenta con una escuela. Esa población aun es lejos de la capital. Entonces, como no tiene acceso tan inmediato pues me imagino que tendrá que esperar para que suba la «escalera de prioridades». De igual forma serí­an las comunidades de TAMAHíš, Alta Verapaz dónde el reportaje hablaba de que los niños padecí­an de hambruna. La foto demostraba varios niños con la mirada triste, el estómago inflado, dentro de un cuarto con piso de tierra, una cama hechiza de varas y pita, pues un escenario donde me entra la duda de cómo tendrán esos niños la OPORTUNIDAD de crecer sin desnutrición y tener la OPORTUNIDAD a asistir a una educación formal digna de un ser humano en el siglo XXI.

Mi mayor preocupación es si la educación formal proveí­da por Mineduc llegará algún dí­a a esos niños en lugares tan lejos, ¿Cuándo será ese dí­a?

¿Cuántas veces puede ser que se encuentra una situación semejante a los dos ejemplos anteriores? ¿Cuántos niños representan esas situaciones en todo el paí­s? ¿Realmente se cubre el 96% de los niños, en edad escolar, con una escuela y maestros?

Es urgente que haya una articulación de los Ministerios de Salud y Ministerio de Educación, para que esos niños puedan crecer bien NUTRIDOS con peso y talla adecuados a la edad de ellos y con la estimulación temprana y con la educación propia de su edad.

Me da tristeza que en el siglo XXI aún hay niños abandonados sin mucha esperanza de una vida diferente de que tuvieron sus papas.

Recientemente estuve platicando con otro educador acerca de los avances en el campo de la educación en los últimos 40 años. Dijimos que no es que no haya algunos progresos, pero en relación al crecimiento de la sociedad y el aumento de sus demandas, pareciera que NO haya progreso. Para muestra un botón:

1. Hace 40 años decí­an que los maestros llegaban a sus aldeas – escuelas el dí­a martes y regresaban a la cabecera departamental temprano el dí­a viernes. Bueno, hace unas semanas estuve en un foro donde los funcionarios de Mineduc hablaron de «»maestros M-J». Luego, explicó uno que eso significa Maestro de martes a jueves. Lo mismo 40 años después.

2. En el año 1971 di cursillos a maestros de San Antonio Huista y sus aldeas en Huehuetenango y hablé de una metodologí­a más activa e interactiva en el aula y en contra de la memorización. Usé el concepto de Paolo Freiré, Educación Sanearí­a vs. Educación Liberadora. Hoy dí­a sigue la discusión en contra de la memorización de datos e información desarticulada sin conexión alguna, afuera de contexto de los alumnos sólo para ganar un examen estandarizado y en más que una oportunidad, recientemente, he escuchado conferencistas citar lo mismo de Freiré, porque todaví­a es problema en las escuelas, el uso de una metodologí­a única, la memorización, 40 años después.

3. Si queremos hablar de PROCESO LOGRADO por el Mineduc tenemos que hacer la pregunta ¿Dónde estamos hablando? ¿Estamos hablando de progreso en las escuelas de la ciudad capital, las de las cabeceras departamentales o dónde? Un análisis de esa pregunta y una respuesta a conciencia darí­a una perspectiva real de la situación educativa en Guatemala.

4. Hemos estado engañándonos a nosotros mismos por suficiente tiempo por medio de estadí­sticas que pintan un cuadro muy distinto a la realidad. Es urgente que se cree un sistema escolar público que atienda a los diferentes niveles desde la educación inicial hasta la finalización de diversificado, todo al mismo tiempo y con las metodologí­as y tecnologí­as del siglo XXI. Es cuestión de permitir a los EDUCADORES NOTABLES a soltar su CREATIVIDAD, a pensar COMO satisfacer esas necesidades de la sociedad en pleno siglo XXI.

5. Me da tristeza a pensar en que los lugares, las escuelas en las aldeas y caserí­os donde viví­ hace 40 años aun no tienen caminos, electricidad ni agua entubada, mucho menos tener lo último del Siglo XXI en cuanto al proceso educativo concierne.

¡Simplemente me da tristeza!