América Latina es la región con el mayor porcentaje de personas dedicadas al trabajo doméstico en el mundo y donde esa actividad es la principal fuente de empleo de las mujeres, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El primer informe “Los trabajadores domésticos en el mundo” reveló que pese a que esta labor es una de las principales en las economías de los países latinoamericanos, no existe en la región una regulación para este tipo de empleo y las condiciones de quienes lo realizan son muy precarias.
A decir de Elizabeth Tinoco, directora regional de la OIT, quienes se dedican al trabajo remunerado en los hogares suelen enfrentar largas jornadas, bajos salarios, escasa o nula cobertura de la seguridad social, poco tiempo libre, malas condiciones de vida e incumplimiento de sus derechos laborales.
Tinoco dijo que el primer informe subraya que la región lleva el liderazgo en la ratificación de la primera norma internacional para dar derechos laborales a estos trabajadores ignorados.
Según el documento de la entidad de Naciones Unidas, 19.5 millones de personas realizan trabajo doméstico remunerado en Latinoamérica y más del 90 por ciento son mujeres entre 30 y 50 años de edad; además, en términos porcentuales 7.1 de cada 100 trabajadores remunerados está empleado en el sector, una cifra muy por encima del promedio mundial de 1.2 por ciento.
Datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Guatemala hay más de 173 mil trabajadores de casa particular, en su mayoría mujeres y 14 mil de ellos son menores de 15 años de edad, quienes representan el ocho por ciento del total.
La Asociación de Trabajadoras del Hogar, a Domicilio y de Maquila (ATRAHDOM) ha declarado y denunciado que pese a los compromisos internacionales que Guatemala ha ratificado, aún existen leyes discriminatorias, como en el caso del Código de Trabajo donde no se regula el trabajo doméstico.