Mauresmo se complica


Perdedora. Amelie Mauresmo, número uno del tenis femenino, perdió ante Nadia Petrova, en el primer encuentro del Másters.

La tenista francesa Amelie Mauresmo lo tendrá muy difí­cil para conservar el número uno mundial y su tí­tulo en el Masters femenino, tras su aplastante derrota por 6-2, 6-2 este martes ante la rusa Nadia Petrova en Madrid.


La francesa, de regreso de una lesión en el hombro, no estaba a su mejor nivel en esta primera jornada, en la que por el contrario sus dos principales rivales hicieron sendas demostraciones de fuerza.

La belga Justine Henin-Hardenne, de vuelta después de casi dos meses de ausencia, fue lo bastante sólida como para dominar a la suiza Martina Hingis en 6-2, 6-7, 6-1.

Y sobre todo Maria Sharapova, la número dos, que no tuvo piedad de su compatriota Elena Dementieva (6-1, 6-4) y es más que nunca favorita para ganar el torneo y, por qué no, la primera plaza mundial.

Para seguir siendo la mejor del mundo, Amelie Mauresmo tiene imperativamente que ganar el torneo. Pero, viendo su partido del martes, no serí­a de extrañar que se quedará en el camino en la fase de grupos.

«No hubo milagro. Me ha faltado preparación. Lo sabí­a al venir pero esperaba estar un poco mejor», comentó la francesa tras la derrota. «No he tenido dolor pero me ha faltado ritmo claramente, he cometido demasiados errores», aseguró, visiblemente cansada de los muchos trastornos fí­sicos de su temporada.

Mientras Petrova la bombardeaba con sus disparos a más de 180 kilómetros por hora, Mauresmo sacaba 20 km/h por debajo, algo que le impedí­a hacer puntos fáciles o, al menos, empezar a jugar el punto en condiciones favorables.

Ese handicap hizo que Petrova pudiera presionarla en todos sus saques y romperle el servicio cinco veces. La rusa confirmó que está en su mejor temporada en el circuito tras encadenar cinco tí­tulos en 2006.

En el lado opuesto de Mauresmo, Sharapova se mostró realmente impresionante al derrotar a Dementieva de forma contundente. «Es cierto que me siento bien en este momento porque no tengo lesiones y porque he jugado muchos partidos últimamente que me han puesto ante muchas situaciones diferentes», decí­a.

«Eso me da confianza», concluyó Sharapova. Una confianza justificada según su rival, que como a menudo le sucede tuvo un servicio indigno a ese nivel. «Es duro jugar a este nivel sin servicio. Eso te crea una enorme presión en cada juego de servicio», admití­a Dementieva.

«No he hecho mi mejor tenis pero hay que decir que ella está impresionante en este momento. Merece ser número uno mundial porque juega como una número uno. No veo quién puede ponerse a su nivel hoy», insistió.