El mayor capital con el que puede contar una nación es el humano. En momentos en los que paulatinamente el mundo se mueve hacia la sociedad del conocimiento el Know how representa sin dudas una de las herramientas mas útiles para desarrollar una economía.
Habré de utilizar dos conceptos básicos que se emplean en administración, la capacidad de producción y gestión por competencias. El primero, habrá de referirse a las capacidades que se obtienen a través del entrenamiento y la educación, lo cual maximiza su potencial y lo dota de un espíritu emprendedor, si se desea de una personalidad. El segundo de los conceptos, en todo caso debe ser interpretado como la capacidad del individuo de administrar esa potencia y ponerlo a competir con otros.
El conocimiento en sí mismo ha estado presente desde tiempos remotos, desde que el hombre dominó al fuego, utilizó la rueda, desde el momento en que el hombre generó poder, ideó tácticas de guerra, de cultivos, sustituyó el trueque por la moneda, desde esos momentos ya el conocimiento y la razón estaban presentes.
Ahora bien sin entrar en consideraciones epistemológicas (episteme -conocimiento- y logos -razón- teoría del conocimiento) que sin duda nos llevaría a considerar a Platón y Aristóteles y que no es el fin de esta columna, pretendo mas bien moverlo a pensar sobre la necesidad de la reflexión de la evolución de la actividad económica basada en las capacidades que generan los conglomerados sociales.
India, Israel e Irlanda (este último concebido como el milagro irlandés en informática) han sido naciones en las cuales la inversión en educación ha alcanzado niveles importantísimos. Nehru, para muchos el constructor de la India de moderna, insistía constantemente sobre la necesidad de invertir en educación. Hoy por hoy, India es una de las naciones con la mayor cantidad per cápita de Doctorados.
En un viaje que realice a Corea del Sur invitado por Korea Foundation, conversaba con uno de los ingenieros jefes de una de las más importantes ensambladoras de micro procesadores para audio y video, entre otras cuestiones, sobre lo que a mi juicio consideraba ilógico, el traslado paulatino del proceso mecánico y manual de micro procesadores a naciones del sudeste asiático necesitadas de inversión. A mi pregunta ¿y si es así, si continúan trasladando sus plantas a otros países, que van a exportar? En una respuesta directa, muy al estilo asiático me respondió «materia gris».
De una sociedad de cultivos, a una sociedad de servicios, a una sociedad industrializada, a una sociedad de hi tech, algunas sociedades se encuentran en la capacidad de convertirse en sociedades del pleno conocimiento y manejo tecnológico. Costa Rica es un claro ejemplo de la posibilidad de generar atracción de inversiones de Hi Tech, obviamente porque ha invertido en su capital humano, salud y educación, piezas claves en el engranaje de ese esfuerzo colectivo.
Como bien podrá dimensionar, estas situaciones no son el resultado de milagros, ni han sido motivados únicamente por abundancia de recursos (Taiwán), ha sido mas bien el esfuerzo colectivo de naciones que con inversión en educación sostenida y con planeación estratégica han logrado transformar sus realidades deprimidas en prósperas sociedades desarrolladas. Por eso no se equivocaba el cómico Groucho Marx al aseverar ante el cambio del paradigma (entiéndase la forma de concebir al mundo en la era de la comunicación y del conocimiento) «El futuro ya no será lo que era» y es que en estos últimos 15 años de desarrollo tecnológico primordialmente en el traslado de la información, el mundo ya es lo que era, ni será lo que sería.
Politólogo con orientación en Relaciones Internacionales y estudios de post grado en Política y Derecho Internacional.