Matanza en Filipinas: 57 muertos, presidenta Arroyo promete justicia


Un activista porta una vela durante una manifestación de indignación en Quezon City, las afueras de Manila, que denuncia en términos enérgicos la masacre en Mindanao que dejó a 57 personas muertos, de los que se creí­a que 22 eran periodistas. La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, se comprometió a perseguir a los autores de una masacre polí­tica. AFP PHOTO / NOEL CELIS

La presidenta filipina, Gloria Arroyo, prometió hoy que los responsables de la matanza de 57 personas perpetrada el lunes en Mindanao (sur) no escaparán a la justicia, mientras la policí­a apuntaba como principal sospechoso a un aliado polí­tico de la mandataria.


El balance de la matanza, que aparentemente se debió a un ajuste de cuentas entre clanes rivales, llegó el miércoles a 57 muertos, tras descubrirse otros 11 cadáveres cerca del pueblo de Saniag, en Maguindanao, una de las provincias de la isla de Mindanao.

«Se trata de un acto de inhumanidad extrema que ensombrece a toda la nación», afirmó en un comunicado Arroyo, que declaró el miércoles dí­a de luto nacional.

«Los autores no escaparán a la justicia (…) Nunca más un ciudadano de nuestro paí­s deberá temer por su vida por expresar libremente su opinión polí­tica», agregó.

Las ví­ctimas, entre ellas 14 mujeres y numerosos periodistas y polí­ticos, fueron secuestradas y asesinadas el lunes por un centenar de hombres armados. Sus cadáveres fueron encontrados acribillados a balazos.

La policí­a apuntó el miércoles a un aliado de Arroyo como principal sospechoso.

«Según los primeros informes, las personas secuestradas y posteriormente asesinadas en Saniag fueron capturadas en un primer momento por un grupo encabezado por el alcalde de Datu Unsay», dijo el portavoz de la policí­a, Leonardo Espina.

El alcalde de Datu Unsay es Andal Ampatuan Jr, miembro del partido de Arroyo e hijo de Andal Ampatuan, jefe de un clan musulmán tres veces gobernador de Maguindanao, que respaldó a la presidenta en las últimas elecciones.

Andal Ampatuan Jr, su padre y su hermano fueron expulsados el miércoles de la coalición gubernamental que dirige el paí­s, anunció Gabriel Claudio, consejero presidencial para Asuntos Polí­ticos. La decisión fue tomada por unanimidad durante una reunión de emergencia de los responsables del grupo, precisó.

El ejército ya habí­a apuntado a guardaespaldas del clan Ampatuan como responsables de la matanza.

El ejército y familiares de las ví­ctimas afirmaron el martes que Ampatuan habrí­a organizado la matanza para impedir que su rival Esmael Mangundadatu presentara su candidatura al puesto de gobernador en las elecciones previstas el año próximo.

Entre las 57 ví­ctimas se encuentran la esposa y algunos parientes de Mangudadatu.

El martes, Arroyo fue objeto de crí­ticas por haber enviado al lugar de la matanza a un emisario especial, encargado de pedir la cooperación del clan acusado, en vez de detener al principal sospechoso.

Los ajustes de cuentas y los actos de violencia entre clanes rivales, que tienen milicias privadas, son frecuentes en el sur de Filipinas, región que es escenario asimismo de un conflicto entre el ejército y separatistas musulmanes.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas, Leila De Lima, reclamó a la jefa de Estado acciones inmediatas.