Hombres armados mataron a tres soldados libaneses en un tiroteo desde un auto en movimiento en un puesto de control del gobierno cerca de la frontera con Siria hoy, dijeron las fuerzas armadas de Líbano,
Incidente que escaló las tensiones en un país profundamente dividido y temeroso de verse arrastrado cada vez más a la guerra civil que asola en Siria.
El ataque se produce en medio de crecientes tensiones en Líbano vinculadas al conflicto en Siria, en el que grupos libaneses rivales han tomado partido.
En tanto, la Unión Europea resolvió levantar el embargo de armas a Siria, lo cual permite a los estados miembros enviar armas para ayudar a los rebeldes, que no cuentan con suficientes armas, y aumentar la presión sobre el gobierno del presidente Bashar Assad para que busque una solución negociada al conflicto, que comenzó hace 26 meses.
Un dirigente de la oposición siria dijo el martes que la expiración del embargo era «positiva», pero agregó que no afectaría el curso del conflicto son suficiente rapidez.
El tiroteo de la madrugada en Líbano tuvo lugar en un retén cerca de Arsal, una ciudad de mayoría suní ubicada en las colinas a unos 12 kilómetros (siete millas) de la frontera. El ejército dijo en un comunicado que hombres armados dispararon contra el puesto de control desde un automóvil en movimiento. Los efectivos iniciaron una búsqueda masiva de los atacantes.
Los libaneses están divididos sobre la guerra civil en Siria: la milicia chiíta Jezbolá está combatiendo junto a las fuerzas de Assad, mientras que un gran número de suníes han tomado las armas para apoyar a la oposición.
Dentro de Líbano se han producido enfrentamientos esporádicos entre facciones que respaldan a las partes enfrentadas en el conflicto sirio, más recientemente en la ciudad de Trípoli, al norte del país, aumentando los temores de que la violencia en Siria se extienda a Líbano y la guerra sectaria que asoló el país hasta 1990.
Las tensiones han aumentado desde la ofensiva del gobierno sirio en la ciudad de Qusair cerca de la frontera con Líbano. Jezbolá ha apoyado al gobierno en la batalla y ha perdido a decenas de combatientes.
Desde el inicio del conflicto más de 70.000 personas han muerto y más de cinco millones de sirios han huido de sus hogares en busca de refugio en países vecinos o en otras partes de Siria.