Matan a 8 médicos «misioneros» occidentales


Según la policí­a, los cuerpos de los ocho occidentales y de dos afganos fueron encontrados en la provincia montañosa de Badajshan. AFP PHOTO/Yuri CORTEZ

Ocho médicos occidentales -seis estadounidenses, una británica y una alemana- y dos afganos fueron asesinados en una remota región del noreste de Afganistán, donde los islamistas talibanes afirmaron hoy haber matado a «misioneros» cristianos.


«Mataron a cinco hombres, todos estadounidenses, y a tres mujeres: una estadounidense, una alemana y una británica», informó hoy Dirk Frans, director ejecutivo de la ONG cristiana International Assistance Mission (IAM), basada en Kabul. Los ocho occidentales muertos trabajaban con la organización como voluntarios.

«Fueron asesinados en el camino de regreso. No tení­an armas ni seguridad porque fuimos por invitación de las comunidades, que nos cuidaron», dijo Frans.

«El último llamado que recibimos fue el miércoles por la noche. No hubo ninguna amenaza contra nosotros. Si hubiera habido amenazas, no habrí­amos ido», agregó, y precisó que la organización seguirí­a con sus actividades.

Según la policí­a, los cuerpos de los ocho occidentales y de dos afganos fueron encontrados en la provincia montañosa de Badajshan (noreste).

El grupo, formado por 12 personas, habí­a estado viajando de Badajshan a la provincia de Nuristán, cerca de la frontera con Pakistán, y donde la influencia de los insurgentes talibanes es muy importante.

El equipo, integrado en su mayorí­a por médicos oftalmólogos, habí­a pasado varios dí­as en la región, según el relato de Saifulá, un afgano que fue el único sobreviviente del grupo.

«Habí­an pasado varios dí­as en la naturaleza», indicó el jefe de policí­a de Badajshan. «El último dí­a, un grupo de hombres armados llegó, los puso en fila y les disparó. Robaron sus pertenencias y su dinero», añadió.

Según las mismas fuentes, Saifulá fue perdonado tras haber recitado versí­culos del Corán en el momento en que iba a ser ejecutado. Los hombres armados se dieron cuenta entonces de que era musulmán y lo dejaron en libertad en la provincia vecina de Nuristán.

El jefe de policí­a relató que los habitantes de la zona habí­an advertido al grupo que la región era peligrosa, pero que ellos insistieron en que eran médicos y que estarí­an a salvo, según el testimonio de Saifulá.

Un portavoz de los talibanes afirmó que habí­an matado a «nueve misioneros cristianos» que llevaban biblias en dari, una de las dos lenguas oficiales de Afganistán.

«Estaban perdidos. Cuando nuestra patrulla (de talibanes) los encontró intentaron escapar y fueron ejecutados», declaró por teléfono desde una localidad desconocida Zabihulá Muyahid, portavoz de los talibanes.

«Eran diez, nueve de ellos extranjeros. Habí­a cinco hombres y cuatro mujeres. El último era un afgano», añadió Muyahid.

«Llevaban biblias en dari, mapas, sistemas de transmisión GPRS. Estaban ubicando las posiciones de los combatientes» talibanes, afirmó el portavoz.

IAM, una ONG cristiana que lleva décadas trabajando en Afganistán, señaló que sus médicos voluntarios operan en hospitales oftalmológicos en Kabul, Herat, Mazar y Kandahar. La organización, que solamente trabaja en Afganistán, indicó que asiste a unos 250 mil afganos cada año.

Aunque la ONG cita «la dependencia de Dios» como uno de sus valores fundamentales, su director Dirk Frans negó el sábado que IAM lleve a cabo actividades misioneras.

«IAM es una organización cristiana; siempre lo hemos sido. Hemos trabajado en Afganistán desde 1966, bajo todos los gobiernos (…) pero ciertamente no distribuimos biblias. Eso es una gran mentira», declaró Frans a la BBC.

Según un responsable occidental que pidió el anonimato, los cuerpos serán repatriados por la embajada estadounidense. «Pero no será hoy, los cuerpos están en una zona muy remota», subrayó ese responsable.

En agosto de 2008, cuatro trabajadores humanitarios de la ONG International Rescue Committee (IRC) -incluyendo a una canadiense, una estadounidense y una anglo-canadiense- habí­an sido asesinados en una emboscada en la provincia de Logar, a menos de 50 km de Kabul.