La explotación de la niñez es un mal que no deja de ser tema de aquellos que buscan como erradicarlo.
Parece utópico pero la lucha contra la explotación de la niñez sí existe de personas y grupos que se unen para encontrarle un camino a ello. Por supuesto que en ese camino hay también interesados que buscan sobresalir a través de este mal que afecta toda la vida de una persona, a la que le han robado su niñez.
Ayer precisamente iba por la 9ª.calle y 5ª. avenida del Centro Histórico cuando vi un cuadro que me conmovió. Un niño como de seis años que pide limosna estaba dormidito con su guacalito en la mano, eran aproximadamente las 12 del día y seguro es que si había recibido algunos centavos de los transeúntes que pasan por allí, el que lo pone a pedir se lo había quitado, es la manera de como los adultos, por lo general los padres, explotan a los niños. Viéndole estaba cuando una señora llegó con un poporopo y un refresco, lo despertó y se lo dio. No se porque no le quise preguntar a la señora si era su mamá o la bondadosa mano de quien se conmovió y le dio el producto alimenticio.
En Guatemala un país donde la pobreza cada día se acrecienta más, cuadros como los que vimos de este niño hay muchos y en diferente forma de explotación. Como es la naturaleza o el tiempo de vida que se va tan rápido, que cuando sentimos llegamos a ser adultos y los que tienen suerte a viejos, este es otro tema de conversación: los ancianos.
Volviendo a la niñez, tanto niño que se levanta al despertar de la mañana a trabajar. En esta fecha cuando se hacen los cohetes, los explotadores buscan las manos de los niños ?porque dicen que son más rápidas- para trabajar en la pólvora, poniendo en peligro la vida de los pequeños que oscilan en edades de siete a 15 años.
Un niño tiene derecho a jugar en su mundo de fantasía, ya sea con un su carrito de palo o con una muñequita barata, pero en la pobreza de nuestro país hay niños que ni siquiera tienen opción a uno de estos juguetes.