Esa fue la solución que Nicolás Maduro recetó al pueblo venezolano en declaraciones ante medios, los oficiales y los que quedan, cuando comentaba la altísima inflación interanual que acumula Venezuela. El fenómeno de la inflación es tan sencillo o tan complejo como se quiera ver y explicar pero en este caso hay pocas formas de perderse.
Las políticas económicas de Chávez y Maduro han causado una baja tremenda en la producción, importaciones restringidas con cuotas a quienes se alinean en el juego de la corruptela, sobre precios en las compras oficiales, manoseo violento del sistema de precios, política cambiaria falsa y empobrecedora y otros factores han hecho que los precios se disparen sin parar de un año a la fecha. De hecho el aumento interanual del índice de precios al consumidor es del 42.6 y de enero a la fecha el aumento ha sido del 29%.
Supongo que el pueblo cristiano del mundo debe de estar ofendido después que hace unos días el señor Maduro declaró que “Cristo redentor se hizo verdad en Hugo Chávez” porque “vino a proteger a los que nada han tenido”. Supongo que Cristo quería entonces que los precios subieran para que sus fieles murieran de hambre. Vaya descaro del señor Maduro, un pueblo hundiéndose en la pobreza, perdiendo lo poco que tenían antes de la llegada de Chávez al poder y este señor comparando a Chávez con Cristo. Dicen que el poder es como una droga, además de hacerles adictos les hace divagar y actuar erráticamente, no por casualidad el señor Maduro hace unos meses tuvo un periplo con un pajarito. Chávez, que en paz descanse al igual que el pueblo de Venezuela que le sobrevive, fue un enfermo mentiroso que escondió su enfermedad terminal al pueblo que le dio el poder con tal de perpetuar a los suyos en el poder. Es evidente que el señor Maduro está desesperado por seguir recordando al pueblo venezolano todos los días que es él el profeta del difunto dictador, pero se va quedando sin ideas congruentes y no pasa un día sin mencionarle o darle un homenaje. Por ejemplo hace unas semanas un ente controlado por el oficialismo le otorgó por unanimidad el ridículo y risible Premio Nacional al Periodismo en Venezuela, cuando aún muerto pesan sobre él acusaciones de todo tipo por intervenir, confiscar, censurar y amordazar a toda la prensa venezolana. Quedan pocos periodistas y medios independientes en el país que sobreviven el acoso del gobierno chavista y el de su sucesor.
Más y más socialismo es la receta, lo único que se le ocurre al nuevo ungido decir ante un pueblo golpeado por el descuido total de la función pública y el entramado corrupto de un gobierno dictatorial que se rige por el interés y la instrucción de su presidente. La incompleta democracia jugó una muy mala pasada a un país que de República solo el nombre tiene.
Por qué no habría de aguantar Venezuela si Cuba lo hizo y lo sigue haciendo después de décadas y de generaciones completas con un paso infructuoso por el mundo. No cabe duda que el ser humano es un animal de costumbre, pareciera ser que si nos ponen un plato con mierda por algún tiempo enfrente un día terminaremos comiéndolo y algún tiempo después pueda ser que hasta nos guste. Para Venezuela el plato está servido hace mucho tiempo, algunos ya lo están comiendo y a otros empieza a gustarles.