Más violencia en Irak


Saldo. Un iraquí­ herido es trasladado a un hospital en Bagdad. Los dos coches bombas que estallaron hoy cobraron la vida de 15 personas.

El ejército norteamericano reveló hoy que cuatro de los cinco soldados fallecidos hace una semana en Irak fueron capturados por rebeldes y ejecutados a balazos, mientras la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi, se reunió con responsables en Bagdad.


Hoy diez personas murieron y 35 fueron heridas en la explosión de un coche bomba en el este de Bagdad, informaron fuentes de los servicios de seguridad. La explosión se produjo cerca de un cine, en una calle comercial situada en el barrio bagdadí­ de Jedida, precisó la fuente.

Más de 150 personas han muerto esta semana en atentados o ataques en Bagdad. Esta ola de violencia ocurre cuando las autoridades iraquí­es y el ejército estadounidense se aprestan a lanzar un nuevo plan de seguridad para la capital.

En paralelo, Pelosi llegó el viernes a Bagdad en una visita sorpresa, durante la cual se reunió con el primer ministro, Nuri Al Maliki.

Pelosi, opuesta a la guerra en Irak, insistió en sus reuniones en Bagdad en hallar una «solución polí­tica» al conflicto y en reforzar al ejército iraquí­ para permitir la retirada de las tropas estadounidenses.

Respecto a la revelación del ejército estadounidense de este sábado, en una primera versión publicada el domingo pasado, al dí­a siguiente del ataque, el ejército de ese paí­s habí­a anunciado que cinco soldados murieron y otros tres resultaron heridos en choques con un grupo de hombres armados.

Los ataques se produjeron en la ciudad santa chiita de Kerbala (110 km al sur de Bagdad), cuando se realizaba una reunión en el local del centro de coordinación conjunta de la provincia.

«Militantes armados vestidos con uniformes similares a los de los soldados estadounidenses y con armas norteamericanas circulaban a bordo de cinco todoterrenos y pasaron todos los puestos de control iraquí­es sin levantar sospechas, el sábado 20 de enero», indicó el boletí­n castrense.

«En el interior del local, una docena de estos hombres dispararon con armas automáticas contra las fuerzas estadounidenses y lanzaron granadas. Un soldado norteamericano que defendí­a el lugar murió y otros tres fueron heridos», prosigue el texto.

«Los asaltantes se retiraron tomando como rehenes a cuatro soldados estadounidenses», agregó el boletí­n, precisando que «se dirigieron a fuera de la provincia de Kerbala, hacia Babilonia, donde se toparon con un control de la policí­a iraquí­. Lo pasaron, pero los policí­as tuvieron dudas y siguieron a los vehí­culos».

La policí­a encontró los vehí­culos en Mahawil, a 90 km al sur de Bagdad, y descubrió junto a ellos cuatro soldados muertos, con las manos atadas y con impactos de balas.

«La precisión del ataque, el equipamiento utilizado y el posible uso de explosivos para destruir los vehí­culos militares en el recinto sugiere que el ataque fue preparado antes», aseguró el coronel Scott Bleichwehl, portavoz del ejército estadounidense, citado en el comunicado.

«Los atacantes fueron directamente adonde los estadounidenses estaban desplegados en el recinto del gobierno provincial», agregó.

«Estamos investigando en todas las provincias para determinar quién o qué es responsable del fallo en la seguridad del recinto y de la perpetración del ataque», aseguró.

El presidente norteamericano, George W. Bush, aseveró el viernes que su paí­s utilizará todos los medios para combatir a quienes pretendan impedir que las fuerzas estadounidenses en Irak logren sus objetivos, mientras funcionarios confirman nuevas tácticas que apuntan a agentes iraní­es que intervienen en el paí­s vecino.

Según The Washington Post, esta determinación se traduce desde fines de 2006 en la autorización de la administración a los soldados para que maten o capturen a los agentes de inteligencia iraní­es o a los miembros del ejército ideológico iraní­ que operan en Irak.

Más de 16.800 civiles murieron en Bagdad en 2006, según Naciones Unidas.