La protesta de los pescadores franceses contra el alza del precio del combustible parecía calmarse en algunas regiones hoy, pero las manifestaciones se extendían a otros sectores, como los agricultores y los camioneros.
Los pescadores llevaron a cabo varias acciones espectaculares en distintas ciudades y puertos franceses, pero en su movimiento, sometido a presiones crecientes de los distribuidores y de la justicia, comenzaban a aparecer divisiones.
Los pescadores de la región del Canal de la Mancha decidieron suspender su movimiento, en espera de una reunión de los ministros europeos de la Pesca los días 23 y 24 de junio.
Por el contrario, en Bretaña (oeste), los pescadores, que siguen movilizados, instalaron retenes en los caminos e interceptaron un camión con 35 toneladas de pescado que distribuyeron gratuitamente a los automovilistas.
Una operación similar se llevó a cabo más al norte, en Cherburgo.
En otros puntos de la región oeste, los huelguistas abrieron la barrera en los peajes de las autopistas en operaciones de «peaje gratuito».
Como en los días anteriores, a las manifestaciones contra el alza del precio del petróleo se unieron otras profesiones como los agricultores y los transportistas.
Unos cuarenta camiones realizaron en la mañana una «operación tortuga» en la avenida de circunvalación de Burdeos (suroeste), provocando atascos a lo largo de una decena de kilómetros.
Los agricultores bloquearon también en la mañana, un depósito de combustibles al norte de Toulouse (suroeste) y organizaron una operación «peaje gratuito» en las inmediaciones de Montpellier (más al sur).
Los conductores de ambulancias, de su lado, organizaron una «operación tortuga» en la región de Granville (oeste).
Sin embargo, algunos signos de división comenzaron a aparecer en el movimiento, como en La Rochelle (Atlántico-centro oeste), donde el bloqueo de los depósitos de combustible fue levantado «espontáneamente» y del cual zarparon unos quince pesqueros en la mañana.
Los huelguistas que desde hace una semana bloqueaban el depósito de combustible del puerto de Le Havre, en el Canal de la Mancha, depusieron el movimiento después de un fallo judicial.
En el Mediterráneo, la policía intervino nuevamente hoy para impedir el bloqueo de varios depósitos petroleros.
La justicia también comenzó a actuar para sancionar acciones de los huelguistas contra el trasporte y la distribución de productos marítimos provenientes del extranjero.
También surgieron situaciones de tensión entre los pescadores y los distribuidores, que sufren una importante merma de su actividad comercial.
Los comerciantes, que se considerando «rehenes» de la crisis, rechazaron participar a una reunión convocada para mañana por el ministro de la Pesca, Michel Barnier, para discutir sobre la formación y la transparencia de los precios en el sector.
En Europa, el movimiento contra el precio del petróleo seguía extendiéndose, en particular en España donde varios puertos catalanes y andaluces están parados o desde los cuales se ha llamado a una «huelga ilimitada» a partir del viernes.