Más fácil es destruir que construir, ¡construyamos!


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“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar serí­a menos si le faltara una gota”.

Madre Teresa de Calcuta

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

 


Cuando se han instaurado instituciones, estas surgen con la mejor intención de la persona o grupo que las crea, pero depende de todos los demás que estas cumplan su cometido, dentro de todos los casos existentes, tenemos como un valioso ejemplo (Por la negligencia de quienes lo han conducido) al Parlacen, institución que hasta el momento no ha sido productiva, más que en sus primeros años, la integración centroamericana en todos los aspectos es necesaria y tuvo sus  inicios en el siglo XIX como República Federal de Centroamérica, desunida por disensos y guerras, retomada en el siglo XX por Roberto Carpio Nicolle, y cristalizada con la creación del Parlamento Centroamericano con el objetivo de poner en práctica polí­ticas de beneficio regional, es por ello que decepciona a la mayor parte de la población la incapacidad del cumplimiento de sus objetivos. Como un proyecto de vida y de grupo acepté el reto de una candidatura para diputación a dicha institución, quienes me conocen, por haber sido mis alumnos, mis amigos, y cuantas personas se han cruzado por mi vida saben que soy una persona de convicciones y objetivos, y que cuando se me ha brindado una oportunidad para trabajar por el paí­s, lo he cumplido, ya sea desde la cátedra, o como asesora en el Congreso el tiempo que lo fui, aún ad honorem. Confí­o plenamente en que la construcción es muy difí­cil, más no imposible, y que solamente con el trabajo de todos/as quienes amamos al paí­s y a la región a la que constitucionalmente e históricamente pertenecemos, lo podemos lograr, es por ello que me subí­ nuevamente al barco de la polí­tica, porque considero que desde un escritorio, o desde un micrófono se puede proponer, más no ejecutar, es por ello que a pesar de las enormes crí­ticas que existen hacia esta institución (Con sobrada razón no lo niego) estoy plenamente convencida que se puede rescatar siempre y cuando tengamos el compromiso real de lograrlo.

Conozco a Manuel Baldizón desde hace muchos años, lo repito nuevamente, es mi amigo, y por eso decidí­  acompañarlo, desde el espacio en el que considero que podí­a aportar más, y es el formar parte de su equipo para transformar ese elefante blanco metafóricamente hablando en una especie diferente, uniendo en un solo elemento al delfí­n, por ser el más inteligente, combinado con el perro collie, mezclado con  el castor conocido como el animal más trabajador de la naturaleza, tratando de convertirnos todos en hormigas, las que son muy trabajadoras, porque cargan más que su propio peso.

Investigué el trabajo del Parlacen  y la última resolución que aparece es del año 2008, una sola comisión reporta trabajo, la de Turismo, existiendo muchas y muy importantes. Me pregunté como ciudadana de Centroamérica, ¿Cómo no van a tener razón quienes consideran al Parlacen como un murciélago que desangra las finanzas de todos los estados parte?

Pero considero que una de las misiones más importantes en mi vida es la de servir, tengo objetivos bien definidos, y no soy destructiva, me gusta construir desde el lugar en el que la vida me coloque, creo  firmemente que es necesaria la integración centroamericana, porque los flagelos contra los que luchamos en común son muchos, y solamente unidos y con trabajo consciente y compromiso,  los podremos vencer.

Sé muy bien que los obstáculos son grandes, pero siempre me he considerado un caballo de carreras, que pueden caer muchas veces, pero aunque sean golpeados y maltrechos llegan a la meta, aunque sea a morir, creo también con convicción en el efecto multiplicador, el que durante años he experimentado con mis alumnos, que son de diferentes edades, sexos, y condiciones sociales, si lo he pregonado, y he visto los resultados ¿Por qué no lo voy a hacer yo? Me considerarí­a una cobarde por no hacer la lucha feroz que pretendo llevar a cabo, que la sociedad me juzgue si no lo cumplo, pero me siento hartamente obligada a llevarla a cabo.

Ya basta de dejar en manos de los demás lo que es nuestro deber, para después poder criticar, no señores, la vida no es esa, la vida es construcción, es de realidades que estamos obligados a cambiar, es más fácil sentarnos a esperar que haga el trabajo complicado el vecino, y así­ después tener a quien culpar, TODOS Y TODAS SOMOS CULPABLES DE LA SITUACIí“N QUE VIVIMOS POR NO PARTICIPAR. Yo no quiero ser ya parte de ese todo, y seguir esperando que pasen los años mirando el tren pasar y espantándonos las moscas, el que no quiera un futuro mejor para los demás que siga criticando destructivamente, yo Gladys Monterroso, no estoy dispuesta a hacerlo, y creo que la unión hace la fuerza, debemos luchar como región contra el crimen organizado, el hambre, la pobreza, y todas las desgracias que según la mitologí­a griega Pandora dejó escapar de la caja que los contení­an, en pleno siglo XXI esos males son más graves, pero solamente la lucha frontal los podrá iniciar a erradicar.

Agradezco al licenciado Oscar Clemente Marroquí­n su confianza en mi persona, y como un deber cí­vico espero poder servir a la región centroamericana, si la población guatemalteca me lo permite, cumpliré con el deber más importante, servir, por mis hijas, mis hermanos, y la sociedad.