Más de Q1,485 millones dilapidados para subsidiar un servicio deficiente


Otro de los grandes y añejos problemas que la nueva administración tendrá que afrontar recién tome posesión el 14 de enero del año entrante es el relativo al transporte urbano de pasajeros de la ciudad capital; un servicio deficiente que le ha costado al Estado a partir de 1986, aproximadamente, Q1,485 millones, sin contar el subsidio directo a los estudiantes durante los años 1991-96.


Para conocer un poco más la gravedad del problema y la necesidad que tanto el Ejecutivo y los alcaldes del departamento de Guatemala encuentren una solución a este problema, La Hora Polí­tica entrevistó a la arquitecta Amanda Morán Mérida, del Centro de Estudios Urbanos y Regionales, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

El servicio de transporte urbano en la ciudad de Guatemala desde su surgimiento ha ido paralelo a la falta de ordenamiento urbano de la ciudad, presentando manifestaciones de ineficiencia, tanto a nivel del sector de empresarios como por parte del ente regulador del servicio, la Municipalidad de Guatemala a través de Emetra, estima la profesional.

Se ha convertido en un problema cada vez más crí­tico para la población de la ciudad de Guatemala. Los usuarios ante la necesidad de transportarse a sus actividades se ven obligados a aceptar un servicio deficiente al cual destinan un alto porcentaje del ingreso familiar y de su tiempo de descanso.

Recuerda que desde la década de los años 70, las alzas a la tarifa del transporte colectivo de la capital han provocado protestas de parte de los usuarios que, incluso, se han tornado violentas. La tarifa del pasaje se inició en tres centavos durante los primeros meses del servicio en el lejano 1927 y se mantuvo en cinco centavos hasta 1982 cuando se duplica el precio del pasaje.

¿Qué han hecho las autoridades?

Las polí­ticas gubernamentales en el transporte colectivo se han centrado en el otorgamiento de subsidios, ejercer poca regulación del servicio y conjurar las protestas violentas por el alza a la tarifa.

¿Desde cuándo se subsidia este servicio?

Desde 1974 se inició el otorgamiento de subsidios estatales para mantener la tarifa de cinco centavos, lo cual se logró hasta 1982. Los únicos años cuando el incremento de la tarifa no estuvo vinculado con el subsidio fue de 1982 a 1985. Durante los años 1986-2001, alza y subsidio fueron de la mano. A partir de 2001 se ha mantenido la tarifa actual de un quetzal y se han otorgado subsidios permanentemente.

¿Cuándo se otorgó el primer subsidio?

El primer subsidio se otorgó a raí­z del intento de alza a la tarifa en julio de 1969, cuando el Sindicato de Pilotos Automovilistas presionó a los empresarios por un incremento del 50% en los salarios. Como respuesta, los transportistas elevaron ilegalmente la tarifa autorizada. Ante ello, en enero de 1970, la corporación municipal presidida por Manuel Colom Argueta, interviene el servicio; luego, el gobierno central presiona a los empresarios a volver a la tarifa anterior. Sin embargo, la municipalidad, tiene que rebajar el arbitrio sobre pasajes, del 7.5% al 5% y el gobierno otorga un subsidio de 600,000 galones de diesel mensuales.

¿En los gobiernos militares, los transportistas también se salieron con la suya?

Las protestas populares ante una pretensión de alza al transporte provocaron, por primera vez, una intervención militar de la Universidad de San Carlos, a la que el gobierno del general í“scar Mejí­a Ví­ctores acusó de promover las protestas. Después de una serie de intentos, el 15 de diciembre de 1982, bajo el régimen de Rí­os Montt, se autoriza el incremento a Q0.10 el pasaje, iniciándose una espiral de alzas, en las que la constante es que los usuarios protestan, los empresarios presionan con paros en el transporte y el Estado otorga subsidio.

¿A cuánto asciende el subsidio a este deficiente servicio?

El monto del subsidio en el perí­odo 1986 a la actualidad suma aproximadamente 1, 485 millones de quetzales, sin contar en esa cifra el subsidio a gasolina, exoneraciones fiscales y el subsidio directo a los estudiantes durante los años 1991-96. Pese a que el subsidio a los empresarios se ha otorgado aduciendo que es necesario para mejorar las unidades, los problemas del transporte se han agudizado. Las polí­ticas de concesión de subsidios no se han dado dentro de una visión general de estimular la eficiencia económica, financiera y administrativa de las empresas del transporte urbano.

¿Qué hacer?

El área metropolitana de la ciudad de Guatemala necesita cambios profundos en el sistema de transporte. Es necesario adoptar medidas para corregir la falta de métodos regulatorios de parte de la Municipalidad de Guatemala, que combinados con la mala administración de las empresas privadas de autobuses ha dado lugar a un servicio desordenado y deficiente. Tales cambios deberán darse dentro de un perí­odo de transición entre el actual sistema, conformado por empresarios privados que cuentan con un parque vehicular de grandes dimensiones, aunque obsoleto, hacia un sistema moderno, eficiente, regulado y con una tarifa accesible a los sectores de menores recursos.