Más de mil años de prisión para etarras


Tres miembros de ETA fueron condenados el viernes a 1.040 años de prisión cada uno por su participación en el atentado del 30 de diciembre de 2006 contra el aeropuerto de Madrid, que mató a dos ecuatorianos y que rompió el proceso de paz iniciado con el gobierno.


En la práctica, las penas de prisión en España están limitadas a 40 años actualmente por los crí­menes de í­ndole terrorista.

El tribunal juzgó a los tres presuntos miembros de la organización independentista vasca armada, culpables, entre otros, de delitos «de asesinato terrorista», de «tentativa de asesinato terrorista» en el atentado que causó además una cuarentena de heridos.

La Audiencia nacional, máximo tribuna encargado de los casos de terrorismo, también condenó a Mattin Sarasola, Igor Portu y Mikel San Sebastian, a indemnizar a los familiares de las dos ví­ctimas con unos 500.000 y 700.000 euros, dado que una de las ví­ctimas tení­a más familiares a su cargo que la otra.

Dos inmigrantes ecuatorianos que dormí­an en sus coches resultaron muertos al estallar una furgoneta cargada de explosivos, el 30 de diciembre de 2006 en un aparcamiento del aeropuerto de Madrid-Barajas.

Igor Portu y Mattin Sarasola fueron detenidos el 9 de enero del 2008 y puestos en detención provisoria.

Mikel San Sebastian fue detenido el 15 de febrero de 2008 en Saint-Jean-de-Luz, en el sudoeste de Francia.

El ex jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, «Txeroki», detenido en el 2008 en Francia, también debe ser juzgado en fecha posterior por este atentado, del que se sospecha fue quien lo encargó.

Tras el atentado, cometido en plena tregua de ETA, el gobierno socialista de José Luis Rodriguez Zapatero puso fin oficialmente al diálogo iniciado seis meses antes para intentar solucionar pací­ficamente el contencioso vasco.

Contactos de últimas posibilidades siguieron durante la primavera, hasta que ETA anunció que volví­a a la lucha armada.

Considerada como una organización terrorista por la Unión europea, ETA es responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de violencias por la independencia del paí­s vasco.