Más de 700 muertos en aludes de barro


Socorristas militares colaboran en la emergencia en China. FOTO LA HORA: AFP Frederic J. BROWN

Los socorristas chinos continuaban hoy intentando encontrar sobrevivientes de los deslizamientos de tierra que el sábado devastaron la provincia de Gansu (noroeste), aunque la esperanza de conseguirlo era cada vez más tenue y el saldo de muertos llegaba a los 700.


El siniestro, provocado por lluvias torrenciales, agravó el duelo en un paí­s confrontado a las peores inundaciones de los últimos diez años, que han dejado hasta el momento 2.100 muertos.

En la zona de Gansu, el aluvión de lodo y piedras arrasó todos los inmuebles de por lo menos tres aldeas de esta región montañosa, habitada principalmente por pobladores de etnia tibetana.

El último balance provisional de la catástrofe era de 702 muertos y de 1.042 desaparecidos, anunciaron autoridades de la provincia afectada.

El martes un hombre de 52 años fue rescatado de un edificio de apartamentos, más de 50 horas después del siniestro, y los equipos de rescate indicaron haber percibido «débiles» señales de vida en otra zona, señaló la agencia oficial China Nueva.

Las aludes de lodo sepultaron una franja de 5 km de largo y 500 metros de ancho con un altura que llegó, en algunos lugares, hasta la tercera planta de los edificios, indicó la agencia.

El primer ministro Wen Jiabao, que visitó a los sobrevivientes el lunes, instó a los miles de socorristas movilizados desde todo el paí­s a hacer lo imposible para encontrar sobrevivientes, aunque reconoció que la tarea era difí­cil.

«Debemos comprender la dificultad de la misión de rescate», señaló, citado por China Nueva. «Hay que intentarlo lo antes posible y sin escatimar ningún esfuerzo para salvar más vidas», añadió.

Entre tanto, el presidente Hu Jintao presidió el martes una reunión de funcionarios del Partido Comunista, que buscaba organizar la respuesta del gobierno a la crisis.

Más de 7.000 soldados y socorristas intentaban aún encontrar supervivientes en la ciudad de Zhouqu -la más afectada de la región-, donde el lodo alcanzaba los dos metros de altura en algunas calles.

Según el Ministro chino de la Tierra y los Recursos Naturales, Xu Shaoshi, la catástrofe puede explicarse por diferentes factores, incluyendo las lluvias torrenciales, el terremoto de 2008 en Sichuan que habrí­a desestabilizado las montañas cercanas, la prolongada sequí­a y la erosión del suelo.

China enfrenta este año inundaciones de una magnitud sin precedentes en una década, que ya dejaron 2.100 muertos y obligaron a evacuar a unas 12 millones de personas, principalmente en el sur y en el centro del paí­s, pero que últimamente se extendieron también al noroeste. Nuevas lluvias han sido anunciadas para el miércoles.