Las fuerzas de seguridad iraquíes y la Fuerza Multinacional detuvieron a más de 600 milicianos y 16 dirigentes del Ejército del Mahdi, que obedece al jefe radical chiita Moqtada Sadr, los que serán juzgados por el gobierno iraquí, anunció hoy el ejército norteamericano.
Más de 16 altos dirigentes de esta milicia fueron detenidos y uno de ellos murió, precisó el ejército en un comunicado.
Cinco de esos dirigentes son comandantes de grupos armados en el barrio popular chiita de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, bastión de la milicia.
Estos arrestos tuvieron lugar en los últimos 45 días, durante ataques contra el Ejército del Mahdi.
En el mismo periodo, 42 incursiones tuvieron como objetivo a extremistas sunitas, según dicho comunicado.
Este cambio de tendencia, que determina como prioridad el desmantelamiento de las milicias chiitas, consideradas responsables de la mayoría de las violencias confesionales, estaba anunciado en el informe trimestral del Pentágono publicado en 19 de diciembre de 2006.
«El grupo que actualmente tiene el impacto más negativo sobre la situación de la seguridad en Irak es el Ejército del Mahdi, que ha remplazado a Al Qaida en Irak como acelerador más peligroso de la violencia confesional potencialmente duradera en Irak», afirmaron los autores del informe.
El Ejército del Mahdi cuenta con unos 60.000 milicianos, según el ejército estadounidense.
Otros seis jefes de esta milicia fueron detenidos desde comienzos del mes de octubre, agregó el ejército estadounidense.
Un portavoz de Moqtada Sadr, Abdel Hadi al Darraji, fue detenido en Bagdad el 19 de enero por las fuerzas especiales del ejército iraquí y sus consejeros militares estadounidenses.
Según el ejército estadounidense, esta operación estaba dirigida contra «el jefe de un grupo armado responsable de numerosos secuestros, torturas y asesinatos de civiles iraquíes».
Sin embargo, Moqtada Sadr no es sólo un jefe de milicia: sus partidarions cuentan con 32 escaños de los 275 del Parlamento, así como con seis ministros y secretarios de Estado de los 37 que tiene el gobierno. El primer ministro Nuri Al Maliki trataba de obtener la liberación del portavoz.
Según este comunicado, los detenidos del Ejército del Mahdi son responsables de ataques contra el gobierno, los civiles iraquíes y la Fuerza multinacional.
«Las actividades criminales de esos individuos han contribuido a crear la inestabilidad en el país», destacó el ejército norteamericano, agregando que su neutralización es importante» para garantizar a la población un entorno seguro y estable».
En lo referente a las incursiones contra los extremistas sunitas, el comunicado afirma que 33 jefes de célula en Bagdad fueron detenidos. Esas personas están acusadas de ayudar a «la infiltración de combatientes extranjeros, de preparar atentados con coche bomba y de efectuar operaciones de propaganda».
El comunicado afirma que las fuerzas iraquíes y estadounidenses «continuarán atacando a esos extremistas sunitas para reducir su capacidad de desestabilizar al país».
Más de 34.000 civiles murieron en 2006 en hechos de violencia en Irak, en su gran mayoría de tipo confesional, según un informe de las Naciones Unidas.
Diecisiete palestinos refugiados en Irak fueron secuestrados hoy en Bagdad por hombres vestidos con uniformes de la policía iraquí, indicó en Ginebra el portavoz del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Los hombres estaban cuando fueron secuestrados en el edificio al que habían sido enviados por el Alto comisariado.
El ACNUR está preocupado por este incidente y pidió informaciones a las autoridades iraquíes, indicó en conferencia de prensa el portavoz de la organización, Ron Redmond.
Unos 15.000 refugiados palestinos residen todavía en Bagdad, o sea la mitad de los que estaban allí en 2003, precisó.
«Los palestinos son víctimas cada vez con mayor frecuencia de asesinatos, secuestros, hostigamientos y otros actos de violencia», según Redmond.